Viaje a Extremadura

 

    Casi siempre que hemos viajado hemos hecho nuevos amigos. En Cuba conocimos una pareja de recién casados encantadora, ella extremeña y el asturiano afincados en Don Benito, un pueblo cercano a Cáceres. Varias veces han veraneado en el sur y para no ser menos, había que devolverles la visita.

 

    Aprovechando un fin de semana libre programamos un viaje relámpago casi a finales de Octubre del 2004. Con el vivo deseo de ver cuantas mas cosas mejor, salimos un viernes a media mañana para, almorzando por el camino, llegar al  pueblo a primera hora de la tarde.

    Hicimos una breve parada en el parador de Zafra, un bonito palacio de gruesos muros con dos torres flanqueando la entrada. Allí hicimos las primeras fotos. 

    Esa tarde aún aprovechamos para ver una bonita ciudad muy cerca de Don Benito, se trata de Medellín donde se asienta un destartalado castillo, todavía visitable, desde donde se obtienen unas maravillosas vistas del pueblo y del río y el puente romano que lo atraviesa.

 

Parador de Zafra

curiosidad del castillo de Medellín

 

El castillo a lo alto y su entrada flanqueada por dos bellas huríes.

 

Objetos antiguos en el interior del castillo

Vista del puente desde el castillo

 

 

Torre de la iglesia (Don Benito)

Fuente del "éxtasis" en la plaza del ayuntamiento.

       


  El segundo día lo dedicamos a visitar la comarca de La Vera, un recorrido de varios pueblos encaramados en la ladera suroeste de la sierra de Gredos atravesados por pequeños ríos que forman algunas gargantas preciosas.

Plantación de tabaco a medio camino

Madrigal de la Vera

    Llegamos a Madrigal de la Vera justo cuando recogían un pequeño mercadillo pero aún nos dio tiempo de comprar algunos embutidos y tomarnos unas cervecitas en un bar céntrico, antes habíamos estado en la primera garganta con un puente enorme y unas vistas divinas.

Valverde, rústico y encantador

La Garganta Grande de Garganta la Olla

    Almorzamos en Valverde y continuamos visitando pueblecitos con la intención de llegar al monasterio de Yuste pero cuando llegamos me decepcionó; no sólo cobraban entrada sino que para hacer la visita guiada había que esperar a que se completara con 50 personas de modo que solo hicimos algunas fotos desde fuera y pasamos de esperar para entrar.

    La que más me gustó me lo encontré de casualidad en el camino del monasterio; un cementerio alemán curiosísimo con muchas posibilidades fotográficas. Aunque resulte un poco tétrico dejo dos instantáneas de tan curioso lugar.

Un cementerio alemán embutido en un paraje perdido de una sierra extremeña. ¿No es un poco surrealista?

 

El pueblo que da nombre al monasterio se llama Cuacos de Yuste, con casas antiguas (algunas de ellas pintadas de un color ciertamente hortero) que cada una cuenta una historia. En la de la foto entraba, al parecer, el rey Felipe II con caballo y todo, a satisfacer alguna de esas íntimas necesidades que todos, incluso los reyes, tenemos. Se trataba de la casa de la muñeca. 

 


    El último día lo dedicamos a visitar las maravillas culturales que mas cerca teníamos. Nos acercamos a Mérida para contemplar el impresionante Teatro Romano y ,tras almorzar, visitamos la ciudad monumental de Cáceres con un espléndido centro histórico repleto de callejuelas y edificios preciosos.

 

Impresionante panorámica del Teatro Romano de Mérida.

    

Tres bonitas instantáneas de los entresijos del Teatro.

    Justo cuando llegamos a Cáceres comenzó a llover. Era imposible recorrer su parte antigua con semejante panorama de modo que decidimos realizar la visita turística en un pequeño tren cubierto transitaba entre las estrechas calles de la ciudad. La idea no fue tan buena ya que cuando terminamos no habíamos visto más que muros de piedra pero afortunadamente al terminar cesó la lluvia y, esta vez sí, pudimos recorrer las mismas calles con total tranquilidad. Aquí dejo unos bonitos ejemplos:

 

Detalle de un pórtico

Techo interior de la Casa Cultural

 

 

    Y así terminó nuestro fin de semana extremeño. Nos quedaron cosas por ver, Guadalupe, el parque natural de Montfragüe y otros muchos rincones espléndidos que prometemos visitar en otra ocasión. Esperamos que sea pronto...

 

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