ORLANDO 2010

Para este tercer viaje a Orlando me prometí obtener la mayor información posible y contratar todo por Internet. Los 2 anteriores los había contratado por agencia y casi sin ninguna referencia. El primero en el 1997, Fue un vuelo directo Madrid-Miami y una pesadilla de viaje en autobús hasta Orlando. Fueron 11 días en un hotel ajeno a Disney (no recuerdo su nombre), sin desayuno ni plan de comidas.  Almorzábamos en cada parque y cenábamos casi siempre en el hotel. Los traslados a los parques eran una odisea porque el autobús tardaba más de una hora ya que debía pasar por otros hoteles. No se si por esa época ya existía el fasspass pero nunca lo utilizamos de modo que las colas eran enormes y veíamos pocas atracciones, eso si, nos apuntamos a la excursión de Cabo Kennedy y vimos el centro espacial y uno de los cohetes dispuestos para el lanzamiento, que sería pocos días después. El castillo de Magic Kingdom era como de caramelo para celebrar el 20 aniversario de Disneyworld, solo existía un parque universal (con Terminator 2 recién estrenado) y el Hollywood Studios aun se llamaba MGM Studios. Ni trazas del Animal Kingdom.

 

Aun con todo me lo pasé maravillosamente y tengo muy buenos recuerdos de entonces.

El segundo viaje también fue contratado por agencia, además no se porque razón tuvo que hacerse como si fueran 2 semanas independientes una de otra, con plan de comidas independiente (que tenias que consumir al acabar cada semana porque si no lo perdías) sin reservas de restaurantes y con escasa información. Fue en el 2006.

De modo que para este último viaje tenía que empaparme de toda la información posible.

Lo primero era el vuelo. Cuando he viajado al caribe, sabia de antemano que los mejores precios se encontraban pocos días antes de partir, para llenar el vuelo charter que contrataban las agencias de viaje, pero ahora es distinto y los mejores precios se consiguen con meses de antelación.

Y empezó la búsqueda de los vuelos. Curiosamente la mejor oferta que encontré era de una pagina web de viajes de una empresa que no se caracteriza precisamente por sus precios baratos, esa que no para de anunciarse en televisión, en fin… Por el Corte Inglés.

Encontré un precio de poco más de 500 euros por persona, ida y vuelta, Madrid-Orlando con US Airways y una escala en Filadelfia de poco más de 3 horas. Una semana mas tarde el precio había subido hasta casi los 600 euros por culpa de la subida del cambio dólar-euro (o eso dijeron) de modo que había que contratarlo rápido. Aun hice un último intento yendo a una agencia de viajes propia de la empresa en uno de sus centros comerciales.

Después de explicar lo que quería, me sacan de la manga un vuelo con American Airlines con escala en una ciudad europea por ¡1100 euros por cabeza¡ y al comentar que en su propia web tienen precios mas baratos me dicen que el vuelo que me proponen es mejor y que, de todas formas, pueden darme el que encontré con un suplemento de 85 euros por persona en concepto de gastos de gestión…. Tardé 1 minuto en salir de allí diciendo para mí que la gestión la iba a hacer yo.

Al día siguiente ya tenía hecho el pago y estaba a la espera de los billetes electrónicos.

Ahora quedaba el escollo del hotel, los desplazamientos, los parques y la comida, todo ello para seis personas, 5 adultos y un niño de 9 años.

 

Llegó la hora de contratar el hotel y decidimos que fuera el mismo al que fuimos hacía cuatro años, el Pop Century, justo además cuando empezaban las promociones del plan de comidas gratis de modo que a ajustar los días con el vuelo.

 

Lo mejor, lo preferible antes que nada, es darse de alta en la pagina de Disney: http://disneyworld.disney.go.com/ de modo que, una vez inscrito, todo lo que hagas con ellos, la contratación de hotel, la reserva de restaurantes, etc… te viene registrado y te mandan una confirmación por correo.

Yo no tenía la menor gana de conducir por Orlando de modo que no alquilamos coche, los trayectos aeropuerto-hotel-aeropuerto y los de los parques Disney y el Downtown los teníamos confirmados y solo tomaríamos taxis para los parques Universal y Sea World y algún outlet (por supuesto) desde el Downtown Disney adonde llegábamos con los buses Disney. Nunca llegamos a pagar más de 25 dólares por trayecto, en taxi tipo furgoneta para los seis.

Tres días para los 2 parques universal (repitiendo uno, probablemente Adventure Island, porque Harry Potter nos llevaría mucho tiempo) y un día en Sea World contratados desde sus respectivas paginas, desechamos Busch Gardens por su lejanía y el Kennedy Space Center porque no le atraía a mi sobrino (los niños de ahora solo quieren diversión y nada de ciencia). Yo con esa edad no me lo hubiese perdido por nada del mundo pero él prefería ir a Tiphon Lagoon.

Lo demás sobre la marcha, el visado directamente desde la pagina de la ESTA: https://esta.cbp.dhs.gov/esta/esta.html… Se trata del programa de exención de visa para viajar a Estados Unidos mediante un convenio con determinados países. Tengo entendido que esto, que es un tramite menor para los españoles puede convierte en una pesadilla para mis amig@s sur y centroamericanos, pero esa es otra historia.

Los tickets de Universal y Sea World desde sus respectivas paginas.

En total unos 1500 € por cabeza (casi 2000 dólares), por 14 noches en el Pop, los vuelos de ida y vuelta, la entrada a los otros parques y la comida resuelta con el dining plan de Disney. Cualquier agencia española puede cobrarte el doble.

Desde el primer momento hice una planificación diaria del viaje anotando dos días para cada parque Disney (excepto el Animal Kingdom) algunos aprovechando las EMH (Extra Magic Hours) cuando fuera posible, un día para Tiphon Lagoon y uno o dos días de compras.

Y coincidiendo con cada parque, la reserva de restaurantes, con mucho tiempo de antelación para aprovechar las horas que no coincidieran con los espectáculos nocturnos ni las cabalgatas de la tarde. Haciendo 2 reservas distintas a la misma hora para tres personas cada una, para evitar la propina impuesta del 18 %, no comeríamos juntos pero tampoco eso era importante.

Los días de parques No Disney coincidiendo con cenas en Downtown Disney, en Planet Hollywood, Ragland Road, Capitán Jack o Wolfgang Puck.

El día que fuimos a Animal Kingdom (con EMH) reservamos cena en el Boma del Animal Kingdom Lodge y fuimos directamente desde el parque.

Otras paginas-web que ayudan son: http://www.wdwinfo.com/ para los horarios de parques, mapas, etc. http://allears.net/index.html para echar un vistazo a los menús de los restaurantes. http://blog.touringplans.com/ esta muy curiosa, para ver la afluencia a los parques Disney y por supuesto la del orejotas Gabox http://www.orejotas.com.ar/ Que siempre esta allí para ayudar.

Aunque mi sobrino todavía tiene 9 años al contratar el hotel puse que tenía 10 para utilizar los menús de adultos y evitar esos menús infantiles con tan poca cosa. Eso si, para el vuelo, los parques Universal y Sea World él seguía teniendo 9 años.

Y con todo planificado y esperando que no apareciera la lluvia y diera al traste con la organización (afortunadamente solo nos llovió, y poco, 2 días) partimos desde Madrid, un 27 de Agosto destino Orlando, vía Philadelphia, a pasar 15 inolvidables días.

El vuelo Madrid-Philadelphia salió con una hora de retraso pero debió poner el turbo porque solo llegamos algunos minutos después de la hora prevista, recogimos las maletas y tras algunos pasillos las volvimos a colocar en el vuelo siguiente, todo muy organizado.

En el tramite de inmigración el primer problema: un americano impasible nos pide alguna autorización de los padres del niño que llevamos, le hago ver que no traemos ningún escrito, que viene con su tía (los apellidos coinciden, pero eso no sirve) y que ya estuvimos con su hermano hace 4 años y que no hubo ningún problema. Después de pensárselo nos dice que el próximo viaje lo tengamos en cuenta y nos deja pasar. Al final se portó bien, el tío. Ya saben, si viajan niños sin padres, a llevar autorización.

Y tras otro corto viaje en un avión algo mas pequeño, aterrizamos en Orlando sobre las 9 de la noche. Luego de recorrer como 600 kilómetros dentro del aeropuerto, con un tren interior incluido, llegamos al famoso mostrador de Disney y… Todo perfecto, la reserva en firme y completa, nos dan el voucher para el traslado al hotel y al autobús, al primero de los autobuses que durante estos días serian nuestros fríos amigos.

Aun nos dio tiempo a cenar en el comedor tras hacer el check-in (conseguimos habitaciones en los años 50, en la parte de la piscina del bolo de Bowling, la misma zona que hace 4 años, relativamente cerca del comedor, recepción y autobuses). Y a dormir cansadísimos y con el yet-lag a cuestas, el día siguiente tocaba Epcot y seguro que madrugón.

 Epcot

Hasta 3 días fuimos a Epcot, las dos primeras todo el día, vimos prácticamente todas las atracciones, con colas escasas y para las mas solicitadas (soarin y test-track) cogíamos fass-pass. Probamos los restaurantes Biergarten, Coral Reef, Chefs de France y Electric Umbrella (no los voy a comentar ahora, mas tarde haré un completo capitulo gastronómico). El último día fuimos sólo a conseguir las ansiadas fotos del niño con Mickey, Minnie, Donald y Goofy y sus firmas en un espacio llamado Disney Charácter (o algo así), llegando con tiempo ya que las colas eran hermosas.

 Ese mismo día también logramos fotos con Daisy y Stitch. La primera tarde nos llovió un poco cuando estábamos en el pabellón de China y algunas actuaciones callejeras (y hay muchas) del Showcase se suspendieron. Aun así pudimos ver actuaciones como los malabaristas chinos, los tambores japoneses, una danza del vientre (con su danzarina de buen ver) en Marruecos, un grupo musical imitando a los Beatles en el Reino Unido, otro de música de cámara en Italia y los callejeros de los bidones y palillos.

De las atracciones, que les voy a decir que no sepan, soberbia Soarin, vertiginoso Test Track y mareante Misión Space (curiosamente en esta atracción la versión relajada estaba mas solicitada que la fuerte y tenia mas colas), curioso el final de Spaceship Earth que no voy a desvelar pero que aún conservo en mi ordenador.

Las tiendas de los países tienen precios verdaderamente caros (algunos escandalosos) pero aun puedes encontrar alguna ganga como unas camisetas de un algodón inglés exquisito que encontré en el pabellón del Reino Unido por solo 7 dólares, y además talla XXL, como hechas para mi.

Magic Kingdom

Al parque Disney por excelencia fuimos también 2 veces, sin prisas, una de ellas con horas extras, visitamos casi todas las atracciones, lamentablemente la primera vez que fuimos, la galería de los presidentes estaba cerrada por mantenimiento y no la pudimos ver y la segunda vez no pasamos cerca, de modo que nos la perdimos, je, je…

No encontré demasiados cambios en este parque, la atracción del alien ha sido cambiada por stitch pero la filosofía es la misma. No recuerdo si hace 4 años estaba Philarmagic pero es genial y la vimos varias veces.

El primer día tomamos el tren directos a Frontierland y pillamos las dos montañas rusas con no más de 10 minutos de cola, de ahí a Adventureland para los clásicos Piratas del Caribe y Jungle Cruise, pasamos de la casa del árbol, la alfombra mágica y las atracciones de los osos y los pájaros, bastante pobres.

Luego cortamos camino por un pasadizo hasta el castillo y vimos los demás territorios.

Entramos en la mansión embrujada y luego pasamos tras el castillo para las otras atracciones (no montamos en todas, small World estaba cerrada y dejamos Blancanieves para otro día). Justo al pasar por el carrusel una niña pequeña sacó la espada Excalibur de la piedra y eso no ocurre todos los días, dicen que cada varios miles de intentos, pero su hermano la volvió a meter dentro antes de inmortalizar el evento).

Justo allí cerca hicimos cola para la foto con Peter Pan y Wendy y allí conocimos a dos simpáticos mejicanos afincados en Orlando, auténticos especialistas en Disney, con todos los autógrafos, todas las chapas y toda la información posible (son los que me dijeron lo de la espada), se fueron rápido a ver el espectáculo Dream along with Mickey en cuanto se despidió Peter Pan ya que participaba en él. Por cierto, he encontrado una pagina en español con mucha información y curiosidades de los parques Disney, es esta: http://www.wdwspanish.com/index.htm , ya se que no viene a cuento pero me acabo de acordar.

Y después de ver el show a Tomorrowland, a por las demás atracciones. Ya hablé de Stitch, en fin, nada del otro mundo, me gustó la de Buzz Lightyear y Space Mountain dos veces para descargar adrenalina (cuando fuimos hace 4 años, mi sobrino mayor pasaba de las atracciones vertiginosas, es un poco cagueta, pero a su hermano le encantan y, esta vez, no me perdí ni una). Pude comprobar que las que menos me gustan son las montañas rusas en la oscuridad porque no puedes prever las curvas y giros, te pillan de improviso y puedes perder las gafas, la gorra y hasta la dentadura si no estas prevenido. Yo siempre cerraba la boca pero así no podía gritar con ganas.

La Indy Speedway no es nada speed, el Transit Authority es un paseito que te duermes, en Monsters no te enteras de nada si no sabes inglés y no sé que esperan para derribar el Carrousel del progreso para construir un buen ride o un buen 4d.

El segundo día visitamos Toontown con fotitos de rigor en las casas de Mickey y Minnie y el barco y no pudimos ver más porque ese día llovió a mares y cerraron todo menos las tiendas (justo donde se refugiaba todo el mundo, listos estos de Disney). No duró mucho la tormenta pero lo dejó todo chorreando.

Comimos 2 veces en el Cosmic Ray Starlight, en el Cristal Palace y en el Plaza, vimos la parada de la tarde en un sitio inmejorable y no nos perdimos ningún espectáculo nocturno, Wishes dos veces, una frente al Cristal Palace y otra en un pequeño pasillo que va desde la rotonda del castillo hasta el restaurante Plaza, dos sitios perfectos y sin nadie delante (desde el segundo tienes una vista perfecta del vuelo de Campanilla).

En fin Magic Kingdom es Magic Kingdom pero a lo mejor esté pidiendo a gritos alguna renovación porque puede llegar un día en que solo con la magia no sea suficiente.

Hollywood studios

Para mi éste es el parque, Disney y no Disney, mas enrevesado y siempre que salgo de él tengo la impresión de que me he perdido algo. El planning original del viaje incluía dos días en Hollywood Studios por si ocurría algún contratiempo y se anulaba Fantasmic, sin embargo lo vimos perfectamente y no hizo falta el segundo día, o casi.

De entrada, un palito para Disney, en su web indicaba que la atracción Toy Story Manía estaría cerrada por reformas hasta el día 27 de Agosto, yo fui el día 29 y aun permanecía cerrada, de modo que me quedé sin verla. De lo demás nos dio tiempo para casi todo.

Los entrañables Muppet Vision 3D, los shows en vivo de Indiana Jones y Light Motors Action, el Studio Backlot Tour y de los teatrales solo el de la Sirenita ya que Alberto, mi sobrino, no es muy amante de estos espectáculos.

Almorzamos en Scify Dine (las primeras de las muchas costillas) justo después de ver la cabalgata de Block Party Bash en un sitio bastante bueno y dejamos el resto de la tarde para zona de Sunset Boulevard mirando tiendas, cogiendo fasspass para la montaña rusa de Aerosmith y esperando unos 20 minutos en la torre del terror.

Cuando salimos del Rock and Roll Coaster la espera era de solo 15 minutos de modo que otra vez adentro a sufrir (las montañas rusas en la oscuridad son las que menos me gustan), yo no estaba muy bien del estómago porque había desayunado galletas con mantequilla de cacahuetes (el paquete entero que ponen como snack en el Pop Century) y comprobé a lo largo del viaje que no me sienten bien, las dos veces que las comí tuvieron como consecuencia una apresurada carrera a los restroom.

Después de esto, como a las siete y pico, la cola de Fantasmic ya estaba formándose de modo que adentro a esperar. El escenario es enorme, venden prácticamente de todo incluso comida y no es raro ver a alguien comiéndose un muslo de pavo mientras espera, además hay un punto de fumadores justo a la entrada de las gradas al lado de los servicios.

Justo antes de hacerse de noche aparecieron unas bandadas de pequeños mosquitos que formaban pequeñas nubes y empezaron a molestar. A los cinco minutos todo el auditorio estaba sacudiendo pañuelos, papeles o paraguas para espantarlos. Luego empezamos a hacer la ola (estar mas de una hora esperando el show de tiempo para todo) y por fin comenzó.

Espectacular el juego de luces, música, proyecciones en agua, fuegos artificiales, llamaradas, explosiones, barcos y personajes, todo conjuntado en una media hora irrepetible. En fin, ya he visto Fantasmic. No hay mejor fin de fiesta.

Esa noche gastamos unos Quick Service en el hotel y aun nos dio tiempo para probar la piscina. Era el segundo día completo en Orlando y terminamos reventados.

 

Animal Kingdom 

El cuarto día tocaba Animal Kingdom y con Horas Extras, eso nos permitía estar en el parque casi hasta la hora de la cena que teníamos reservada en el Boma del hotel Animal Kingdom Lodge.

Nada mas llegar al parque, corriendo a África al Kilimanjaro Safari, a pillar los animales despiertos y visibles. Estaban bastante visibles pero no tan despiertos. Los leones sobre una loma dormitando y algunas jirafas bajo los árboles a la sombra, muchos cocodrilos a la vista pero todos letárgicos, solo un avestruz se nos acercó picado por la curiosidad. Y vimos a lo lejos varios elefantes incluido una pequeña cría.

Aun así hay que reconocer que el ambiente salvaje está muy bien conseguido y nos traslada a la sabana africana con mucha facilidad.

Luego pillamos el tren a ver la zona de Rafiki Planet. Allí no hay mucho que ver pero si aparecen algunos personajes para fotografiarse y no hay excesiva cola.

De ahí pasamos bajo el gran árbol a ver la simpática atracción de los bichos, luego algunas fotos mas tarde era hora de almorzar en Yak and Yeti, el sitio muy bien ambientado y la comida y los postres muy buenos.

Terminamos justo a tiempo de comenzar la parada Jasmin Jungle que vimos en una esquina junto al restaurante. La cabalgata exótica, curiosa, con todos los cachivaches hechos de manera artesanal y muy coloridos aunque un poco larga y lenta.

De allí continuamos con Asia en los rápidos de Kali River, prevenidos con ponchos para no mojarnos y luego le llegó el turno al Everest con sus curiosas subidas y bajadas de espaldas.

Y para terminar, Dinoland USA donde estuvimos bastante tiempo jugando en la feria y en la atracción Dinosaur. Como mi sobrino no es amante de las atracciones teatrales pasamos de ver al musical de Nemo, como antes habíamos hecho con el festival del Rey León, SÍ yo me perdí el imperdible Festival of The Lion King, a cambio de eso me permitieron no montarme dos veces en la montaña suave de Primeval Whirl donde mi mujer hizo las veces de acompañante del pequeño mientras yo descansaba plácidamente.

Salimos del parque con tiempo suficiente para tomar al autobús del Animal Kingdom Lodge donde teníamos reservada la cena.

Una advertencia: El restaurante Boma está en la segunda parada del autobús, la primera corresponde a otra parte del hotel que debe ser enorme.

Nos dio un poco de vergüenza entrar en el imponente vestíbulo del Lodge y sentarnos en el bar repleto de maderas nobles tal como íbamos después de un día completo de parque mientras pasaban algunos huéspedes con trajes largos y vestidos de noche, pero nos consolamos viendo que no éramos los únicos que no vestíamos para la ocasión.

Ese día completamos la serie de parques Disney, quedaban días suficientes para los parques de la Universal y el Sea World pero como el cansancio ya era importante decidimos el día siguiente no madrugar demasiado (o sea, levantarnos mas tarde de las nueve) y visitar un parque de agua pensando, iluso de mí, que sería mas descansado.

Tifón Lagoon 

     De los dos parques acuáticos de Disney pensé que al niño, mi sobrino, le haría más ilusión la piscina de la super-ola del Tifón Lagoon. A mi lo que me llamaba era el riachuelo que recorría todo el parque, una ocasión ideal de dejarme mecer por el agua en un gran flotador, relax total durante un buen par de horas.

     Llegamos pasadas las once de la mañana, no madrugamos precisamente, y aunque el parque parecía medio vacío, no había un sitio decente donde colocar las toallas. Al final encontramos un hueco para los seis en unas tumbonas que casi no usamos después, en un lateral, un sitio elevado con una vista magnifica del parque, junto a la guarida de uno de los vigilantes de la enorme piscina de olas.

     El primer chapuzón me lo di justamente en esa piscina, justo cuando empezaban las grandes olas, el primer chapuzón y el primer revolcón porque aunque parece que al principio la ola lleva mas fuerza, cuando de verdad tumba es cuando coge velocidad y produce espuma. La primera que me pilló me llevó hasta el final de la playa. A mí y a otros 30 o 40 más. Es lo bueno que tiene, como nos tumba a todos nadie se choca con nadie, todos terminamos por los suelos con cara de asustados.

     Después de varios derribos ya tenia bastante de ola, de playa y de piscina, de modo que dejé al niño con mi mujer y me refugié en el río tranquilo hasta dar un par de vueltas al parque. La mañana amaneció nubosa (como casi todos los días) y entre las nubes y la sombra de los árboles y palmeras el recorrido permanecía casi siempre sombreado, fresquito y delicioso. Creo que me dormí un par de veces.

Luego llegó el turno de los toboganes, solo un par de veces antes de comer. No recuerdo los nombres de los toboganes pero el primero fue uno, mas bien familiar, con un gran flotador redondo donde íbamos de tres en tres, este era suave y luego otro, sin demasiada pendiente pero que decían era el mas largo de todos.

     Los demás, los de kamikazes, los peligrosos, los dejé para otro momento, y el niño también, porque aunque le guste montarse en todas las montañas rusas, éstas con agua le daban bastante respeto, se nota que es de secano, madrileño.

     Almorzamos cerca de la entrada, junto a otro tobogán nuevo y separado del resto con una pequeña playita artificial, tres muslos de pavo con su respectiva bebida y su postre. Luego pasamos por el arrecife de coral a nadar con tiburones. Un recorrido de unos 10 metros en una piscina muy bien decorada, con un agua bastante fría mientras en el fondo nadan algunos peces de colores y unos tiburones de juguete.

     Y de nuevo el enfrentamiento con las olas (que llegan cada medio minuto, durante unos 5 minutos, cada media hora), para entonces era casi hora de irse de modo que nos reunimos todos otra vez, soltamos las toallas alquiladas y de nuevo al hotel.

    Esa noche fue la primera visita al Downtown Disney, solo un pequeño reconocimiento del terreno, una mirada breve en el Disney Quest y la primera cena en el Planet Hollywood.

Parques Universal

Contratamos 3 días para los parques de Universal pensando en repetir Island of Adventures ya que el pasaje posiblemente abarrotado de Harry Potter hacía como más lento el recorrido de este parque.

Desobedeciendo los consejos que he leído en este foro no fuimos primeramente hasta el mundo de Harry Potter pasando de largo todo lo demás, en vez de eso, aprovechando que estaba vacío, entramos dos veces en Spiderman (para mi, la mejor atracción de Orlando) y otra mas a Hulk, también un gran coaster, y luego eso si, de cabeza a Harry Potter pasando sin mirar por el Toon Lagoon y el Parque Jurasico.

El Viaje Prohibido de Harry Potter merece un capitulo aparte. Después de 40 minutos de cola (una cola divertida con algunas atracciones intermedias como los cuadros vivientes o el sombrero) llegamos por fin a la atracción, monto en ella y aparece el encargado de supervisar los cierres, me dice que tiene que apretar un poco más, yo protesto como puedo y sin mas palabras, me dice que me baje y me aparta a un lado. Luego llega otro encargado y me dice que no puedo montar. A todo esto mi mujer y mi sobrino ya han partido sin mí. Comienzo a protestar y a preguntar por alguien que hable español. Me dicen que no hay y aparece otra encargada, ésta de buen año, una americana como de 1,80 con mas de cien kilos y mas espaldas que las mías, y bien dotada por delante, yo la veo venir y aprovecho mi oportunidad, le pregunto en mi inglés churripuerco si ella se ha montado en esa atracción y me dice que sí, entonces le replico que como no voy a montar yo. Me lleva entonces a un hueco cercano donde están los mismos asientos que la atracción pero fijados a una pared, me siento y me coloca el arnés, empuja y yo suelto aire. El condenado arnés aprieta lo suyo pero yo aguanto, le digo que estoy bien y me da el visto bueno, entonces le pregunto por mi mujer y el niño que acaban de salir por el otro lado. Les hace venir y montamos de nuevo los tres, mira por donde a ellos les salió un viaje extra.

Y es que estos norteamericanos son cuadriculados: el cuadro de trabajo del encargado del arnés dice: aprieto, no protesta, siguiente, aprieto, protesta, fuera, siguiente, aprieto, no protesta, siguiente. Y así toda la mañana.

Y otra discusión son los asientos y los arneses de las atracciones, mientras a mi me aprietan hasta las orejas, a mi sobrino le quedan tan holgadas que se sale de ella. Echo en falta algún arnés XXL cada dos filas de asientos y bien señalados para no meter ningún niño.

La atracción es espectacular, largísima y quizás demasiado vertiginosa para darse buena cuenta de todo, solo le falta que fuera 3D, entonces sería la ostia.

Después de eso nos dimos una buena vuelta por la zona, con muchas fotos y un par de cervezas de mantequilla, fresquitas y deliciosas, el niño se unió a la fiesta haciéndose el borracho.

Ese día almorzamos sándwich de pavo y queso en un establecimiento del Toon Lagoon y luego montamos en la atracción de las cataratas. Hacia calor de modo que no usamos los ponchos de agua, pero nada, cuando quieres mojarte, ni gota. Antonio, un amigo que venía con nosotros, decía “no miréis, seguro que estáis secos, porque todo me ha caído a mí” y es que terminaron su hija y él empapados.

Después entramos en la aventura del río del parque jurasico, muy conseguida. Y hacia Seuss Landing, casi de pasada, parando solo para montar en un típico carrusel con una especie de gallinas galácticas con cuellos largos y vivos colores.

El segundo día comenzamos al revés, llegamos hasta The Lost Continent para ver la Furia de Poseidón, con algunas cosas curiosas como el túnel de agua pero fácilmente olvidable. Volvimos al mundo de Harry Potter a montar en la montaña rusa. No había cola pero el oscuro camino dentro del castillo se hacia interminable. El Coaster bien, pero no para tirar cohetes, en este sí me aseguré que podía montar en los probadores de la entrada.

Dentro del pueblo, como la vez anterior, una cola interminable en la tienda de varitas, era lo único imposible de ver sin esperar horas. Vimos también el espectáculo de las dos escuelas enfrentadas, las señoritas con cintas y los guerreros con bastones, en un rincón del castillo a pleno sol, les corrían los sudores por la espalda.

Entramos unos minutos al Discovery Center de Jurassic Park y luego volvimos por nuestros pasos para ver el octavo viaje de Simbad, el único espectáculo teatral que vimos en todo el viaje. Aun antes de salir del Parque repetimos otras dos veces Spiderman y una vez más Hulk para no quedarnos con las ganas. De regreso, algunas tiendas y algunas compras y poco más.

El otro parque, Universal Studios lo hicimos solo un día y además no era el día previsto inicialmente, eso y un error mío hizo que no pudiéramos visitar dos de las atracciones, la momia y twister.

Empezamos tirando por la derecha para ver ET y Terminator, ambas esplendidas y sin cola, luego un show en la calle de Woody Woodpecker (el pájaro loco en España) y algunos personajes como Marilyn Monroe a la puerta de las tiendas. Algunas calles ya estaban con adornos de Halloween, muy conseguidos y con una fotografía magnifica.

Dimos marcha atrás para probar la nueva montaña rusa Rip Ride Rockit, muy buena, con un inicio vertical que impresiona pero que luego no es tanto.

Almorzamos en el bar retro con los descapotables en la entrada y sin parar hasta el mundo de los Simpsons, fotito con Bart y unos 25 minutos de cola, la atracción divertida y muy larga. Seguimos con Tiburón y Disaster. Y para cuando nos dimos cuenta daban las seis de la tarde, la hora del cierre (creíamos que era a las siete). Solo nos dio tiempo a hacernos unas fotos junto a un edificio con decoración invernal de nieve para una película que empezaban a rodar allí.

Los 3 días de Universal los terminamos en Downtown Disney cenando en diferentes sitios y aprovechando el tiempo antes en Disney Quest y tiendas.

Por consejo de todos vosotr@s también hicimos:

Compramos un vaso rellenable para los tres que utilizamos los 3 días rellenándolo por 85 centavos incluso a la salida de los parques, junto a las escaleras mecánicas.

Mejor visitar el mundo de Harry Potter por la mañana, después de la hora de comer se pone imposible.

Chequear las horas de cierre ya que cambian cada día o por ocasiones especiales.

Una cervecita al final de la tarde en el Hard Rock Café sienta muy bien y el sitio merece la pena ver.

Sea World

Fuimos a Sea World el lunes 6 de Septiembre, pleno Labor Day. Aun así no estaba lleno ni de lejos. Nos dio tiempo de ver casi todo y lo que no vimos fue por problemas de agenda porque algunos espectáculos coincidían en sus horas. Me perdí el show de los animales del Seaworld Theatre (con perros, gatos y demás), la reserva de los manatíes y el Coaster de agua Journey to Atlantis. Todo lo demás, visto y disfrutado.

El espectáculo de las orcas lo noté un poco mas soso que hace 4 años, es cierto, ya no hay interacción entre los animales y los cuidadores excepto cuando las orcas salen del agua para los saludos o la alimentación. Dentro del agua nunca permanecen juntos. Siguen manteniendo la zona húmeda en las primeras filas, las orcas salpicando agua son de por sí una atracción.

Me pareció mas vistoso el show de los delfines y otra especie que no supe identificar (quizás una marsopa) con algunas piruetas en el agua y un fin de fiesta espectacular coincidiendo los delfines con loros y trapecistas.

Del show del león marino y la morsa es imperdible el mimo del principio, merece la pena llegar pronto a esa atracción para ver a ese personaje que anima la espera, sencillamente desternillante. La nutria que aparece a veces también tiene un punto cómico.

Ha habido cambios en la piscina de interacción con los delfines, ahora te obligan a entrar en una fila y pagas 7 dólares por una cajita de pescaditos con los que das de comer a varios delfines que se te abalanzan en cuanto te ven. Sacar alguna buena foto puede resultar complicado porque cuando se te acaba el pescado pasan de ti como de la peste. Hay que estar atentos porque esta función termina muy pronto.

Otra atracción curiosa es el Stingray Lagoon donde das de comer a las mantas y rayas que se esfuerzan en conseguir pescado doblándose y aleteando, sacando media cabeza del agua.

Wild Artic está muy conseguida, te transporta a una estación polar con morsas y osos polares.

Luego está el túnel de agua de los tiburones repleto de escualos con dientes afilados. Y el Nautilus Theatre con una representación muy vistosa.

Recuerdo que hace 4 años había una función en el lago central con lanchas, personajes esquiando en el agua y lanzándose desde alturas impensables pero parece que ha desaparecido.

Dejo para el final los Coaster, Kraken, muy largo y sobretodo el nuevo Manta, una montaña rusa espectacular, en la que te deslizas boca abajo sujeto por todo el cuerpo y los pies.

En este parque nos llovió intermitentemente y algunas atracciones se acortaron, cayó una tromba justo antes de comenzar los delfines pero luego siguieron normalmente.

Almorzamos pizza en uno de los restaurantes del parque, esta vez nada del otro mundo, por la noche teníamos reserva en Planet Hollywood, otra vez, y queríamos llegar con ganas.

Algunos tips:

Este parque tiene muchas atracciones con horario establecido y hay que planificarlo de antemano para no recorrer de más ni hacer carreras en balde.

Compramos las entradas por Internet con la opción de impresión en casa, te llevas la entrada ya impresa y entras directamente por los tornos.

Downtown Disney y compras

Visitamos el Downtown Disney muchas tardes, en particular cuando fuimos a los parques Universal y al Sea World, el día que fuimos al Tifón Lagoon y algún que otro día libre, la mayoría de las veces porque los parques cerraban pronto y no había horas extras y además porque reservábamos la cena en alguno de los restaurantes del Dining Plan.

Aquí va una recopilación de lo que hicimos en algún momento:

Compras: Algunas pequeñas compras en World of Disney, la gran megatienda de Disney que ocupa toda una manzana, calcetines de colorines en una pequeña tienda llamada LittleMissMatched que vendía botas de agua, mochilas y calcetines desparejados de tres en tres. Imanes para el frigorífico y para regalar en Magnetrón, camisetas en la tienda del Planet Hollywood y en Orlando Harley Davidson, jabones y productos de baño en Basin, un par de paraguas preciosos en Pop Gallery. Además entramos para curiosear y para huir del calor en Ride Makerz, una gran tienda de coches teledirigidos en miniatura (donde antes estaba la tienda de Virgin, que cerró) y en Team Mickey buscando una gorra de visera especial.

Tomamos un cafelito, tipo cubano, en la terraza del Bongo y unos capuchinos en Guirardelli. No faltó un almuerzo de Sándwiches en Earl of Sándwich, riquísimos.

 

Un día montamos en el pequeño barco de pasajeros para cruzar desde El circo del Sol hasta el otro extremo junto al restaurante Capitán Jack (aunque también te puedes bajar a medio camino).

Pasamos horas jugando en Disney Quest e incluso una vez merendamos en su pequeño restaurante gastando un par de Quick Services.

Y montamos en el globo anclado junto al lago, hay que estar pendientes porque muchas veces se suspende la atracción cuando el viento arrecia, no es que sea muy emocionante pero te brinda la oportunidad de hacer buenas fotos aéreas de toda la zona (entonces te das cuenta de lo plana que es la región donde solo sobresalen los edificios altos y alguna atracción).

Nos tomamos un par de cervezas en el T-rex y quizás aquí venga bien una reflexión: Hace algún tiempo creó polémica el precio de las cervezas en Orlando, pues bien, hay una diferencia infinita en pagar 7 dólares por una copa helada (tengo fotos) de Samuel Adams de bastante más de medio litro en la barra del T-rex (sentado en una barra que simula una gran plataforma helada a la sombra de los brazos de un pulpo enorme, viendo varios dinosaurios moviéndose como si tuvieran vida y mientras, en el centro del restaurante, se simula el Big-Bang en una cueva de hielo multicolor), que una cerveza marroquí, servida en un vaso de plástico en un puesto callejero del Showcase de Epcot y ésta también te cuesta 7 dólares. Por la primera yo pagaría el doble y la segunda me parece carísima, y no dejan de ser cervezas. También merecen mención las cervezas que pedimos en la barra del Raglan Road (con espectáculo irlandés incluido) o en el bar de madera del Boma mientras esperábamos turno de cena.

Aprovechamos el sábado para ir de compras pensando que los parques estarían mas llenos. Se trataba del sábado 4 de Septiembre segundo día de ofertas del Labor Day que era el lunes 6 de Septiembre. Fuimos al Prime Outlet, o sea, el que antes era el Belz y ahora es el nuevo Premium (lo ha cogido esa cadena). Desde el

primer momento hicimos un recorrido mental en el mapa para evitar las tiendas no deseadas pero hay tanto y tan buenas ofertas que nos retrasamos mucho y no quedaron tiendas que visitar, además solo estuvimos hasta las siete de la tarde para terminar en el Downtown Disney. Recogimos unos cupones VIP en el Guest Services del Outlet (llevábamos una invitación impresa desde casa) pero no los utilizamos porque las ofertas en la tienda eran mayores.

Había buenos precios en la tienda de Nike y Adidas (en esta última hacían el 50 % extra además del precio ofertado) y también en Levis y Champion. Algunas otras ofertas en la tienda Disney con precios mucho menores que en el Parque.

Restaurantes 

Desde el principio teníamos claro que no iba a ir a los parques deprisa y corriendo, pretendiendo hacer todas las atracciones y moviéndonos de parte a parte para verlo todo, por eso necesitábamos al menos 15 días (dos días para cada uno de los parques principales) y además eso comprendía el no hacer las comidas deprisa y corriendo, engullendo rápido para continuar andando. Por eso quise incluir el Dining plan en el viaje actualizándolo desde el Dining Quick Service que me regaló Disney. Además como íbamos con un pequeño de 9 años y no quería que se ciñera a menús de niño, lo puse como adulto de 10 años.

Ya desde España hice once de las catorce reservas de Table Service, dos reservas a la misma hora en cada restaurante, para tres personas, para eludir la obligatoria propina del 18 %. Luego entrábamos a destiempo y nos sentaban en mesas distintas (tampoco importaba demasiado, al ser 2 matrimonios cada uno con un niño).

En total hicimos 10 cenas y 4 almuerzos (algunos de estos casi lo llamaban cena por lo tardío de la hora).

La primera cena fue en Biergarten, temprano para poder ver Iluminations después. Es un buffet con algunas especialidades germanas en un gran salón que simula una plaza bávara con mesas grandes. En el escenario central actúa un grupo alemán con algunas actuaciones muy curiosas como canciones con campanas o con largas trompetas de madera o bailes típicos alsacianos. Nos tocó en un anfiteatro frente al escenario junto a una familia de coreanos o japoneses. La comida pues, en fin, no está mal, la ambientación y las actuaciones están muy bien. Terminamos justo a tiempo de ver el espectáculo de fuegos pero en segunda fila porque ya todo estaba ocupado.

Al día siguiente tocaba almuerzo en Scify Dine y nuestro primer contacto con las costillitas, éstas no eran excesivamente grandes, no se salían del plato. También pedimos otra carne asada y pasta con gambas, de postre brownie con helado de vainilla. La bebida, como en todos los restaurantes es refill, es decir, si te la acabas, te la rellenan. Pedimos una limonada especial rosada que estaba muy rica, porque la coca-cola dejaba mucho que desear (no sé ustedes pero yo noté una gran diferencia entre la cola en España y en Orlando, en cualquier restaurante). Al restaurante también lo conocen todos, simula un autocine, con sus coches, su pantalla, su película y todo, y, sí, está escasamente iluminado. Como un autocine. En éste (como en el Biergarten) también apareció un camarero que hablaba español pero solo si teníamos alguna pregunta, el camarero asignado era estadounidense y no hablaba español.

Llegó el turno al Palacio de Cristal de Magic Kingdom, otro buffet de esos de “todo lo que puedas comer” en unos salones de un color blanco inmaculado con muchos ventanales acristalados. Un comedor muy acogedor.

Era nuestra primera comida con personajes. A mitad de cena aparecen Pooh, Tigger, Piglet y Eeyore que pasan escrupulosamente de mesa en mesa firmando y fotografiándose con los niños. Estos nombres no son cosa mía, yo ni los conozco y mi sobrino casi tampoco pero firmaron con esos nombres y además aparecen en el menú de la pagina web Allears. En el buffet, mucha verdura, pollo, quesos, pavo, pasta y bastantes variedades de dulces.

Justo frente al restaurante hay un paseo con unas vistas magnificas de los fuegos artificiales.

El día que fuimos al Animal Kingdom hubo sesión doble. Almorzamos en Yak and Yeti con un buen menú. Otra vez costillas a la barbacoa, unos pinchos de langostinos rebozados y un arroz con vegetales, salsa y pollo que el camarero que nos atendió tuvo el atrevimiento de llamar paella (ese no ha visto una paella en su vida). Pero estaba bueno. La salsa especiada que tenía le daba un sabor exótico y exquisito. Yo me tumbé una jarra de cerveza fresquita que me hizo un hombre. Y de postre pastel de lima, bizcocho de chocolate y una especie de buñuelos con fresas y helado. Tengo fotos de todo.

La cena, en el Boma del Hotel Animal Kingdom Lodge. Llegamos antes con la intención de ver el hotel que tiene un hall precioso, incluso nos dio tiempo de refrescarnos en el bar junto al comedor. El buffet (otro buffet) era enorme, con algunas especialidades raras y muchos postres. En éste nos atendió una chica marroquí que hablaba bastante español y siempre estuvo muy pendiente de nosotros. Le dejamos 15 dólares de propina.

La propina siempre la dejábamos en metálico y no la metíamos en la cuenta, casi siempre 10 $ y no tuvimos mayor problema, solo la pareja que venia con nosotros, que comía por separado nuestro, tuvo un altercado con un camarero, un poco borde, que les increpó al levantarse de la mesa diciendo que tenia que dar de comer a sus hijos con lo que cogía de propina. Fue el único incidente en ese aspecto.

Hasta en 3 ocasiones fuimos al Planet Hollywood y en todas nos sentaron en el piso bajo. Sin duda, las mejores costillas que comí en todo Orlando, una fuente enorme, con una salsa barbacoa exquisita y tan tiernas que se separaba la carne del hueso con solo tocarlas. También pedimos algún steak New York (que ya conocía de otro viaje), algún Club Sándwich y una vez unas empanadillas rellenas que estaban muy ricas.

En todos los restaurantes no esperamos más de 10 ó 15 minutos excepto una vez que tardaron mas de 40 minutos en darnos mesa y eso porque fui a preguntar que pasaba (creo que nuestra reserva se traspapeló).

Después de esperar unos 15 minutos en unos bancos frente a la entrada (este restaurante no tiene barra) pasamos por fin al comedor del Capitán Jack. El niño llevaba un dragón de peluche que le habíamos conseguido esa mañana en un puesto de feria. Nos atendió amablemente una señora entrada en años y lo primero que se fijó fue en el dragón. Estuvo durante toda la cena intentando recordar que personaje de Disney era ese animal rojo y brillante, con cuernos blancos y unas pequeñas alas. Habíamos estado todo el día en La isla de la Aventura de la Universal. El bicho no era de Disney pero nos daba cosa decírselo para no quitarle la ilusión.

Pedimos pasta con gambas, unas grandes albóndigas de carne con patatas en salsa con espárragos y otro plato con un filete, puré y judías verdes. El sitio simula muy bien el ambiente marinero y los platos son poco habituales.

Epcot es el parque con mas posibilidades gastronómicas, recuerdo que hace 4 años fuimos allí un par de veces solo a cenar.

Esta vez para la segunda visita al parque habíamos reservado almuerzo y cena, teníamos horas extras de modo que la cena mas bien tarde, tras los fuegos.

Almorzamos en Coral Reef, el restaurante con grandes ventanales que dan al acuario. Muy vistoso el sitio. No hay que perderse el momento en que salen buzos a dar de comer a los peces. Aparecen cientos de ejemplares, todos juntitos, detrás de la comida. Y al otro lado del cristal nosotros también disfrutando dándole a la mandíbula. Yo pedí el Steak New York y un pastel de chocolate de postre. Lamentablemente no nos sentaron junto a una ventana acuática, pero bueno, tampoco lo solicitamos.

Esa noche cenamos en Chef de France. Pedimos, atención; “Canard au miel, haricots vert et pommes de terre douce” o sea, filetes de pato y un muslo en salsa con judías verdes y puré de patatas, y “Filet de boeuf grille, sauce au poivre noir Gratis Dauphinois et haricots verts”, vamos, un gran filete con puré de patatas y judías verdes. Y de postre profiteroles, mas pastel de chocolate y la famosa “Creme Brulee” que fue la que yo me comí y que estaba muy rica. El restaurante, grande y con terraza fuera.

El día siguiente fuimos de compras al Premium y luego cenamos en Ragland Road. Como era sábado estaba ambientadísimo. Downtown Disney, los sábados esta a tope, que no se cabe.

Como llegamos pronto, tocaba cervecita en la barra mientras actuaban varios grupos irlandeses y, cada cierto tiempo, una chica y un chico que bailaban de puntillas al son de la música, solo ver las piruetas que hacían me daban sudores. Deben tener las piernas duras como piedras para aguantar aquello. Lamentablemente desde donde nos sentaron a comer no se veía el escenario, solo se oía la música.

Yo cada vez que no tenía claro que pedir me refugiaba en el Sirloin Steak, éste estaba regado con whisky. De postre cayó un “Pudding como no haya probado nunca” que así decía la propaganda. Calentito y sabroso.

El día siguiente almorzamos en el Plaza de MK pero a las 4 de la tarde porque ese día teníamos horas extras y cenaríamos tarde. La comida no pasa de normalita, del tipo hamburguesas, sándwich o pollo frito pero los postres compensaban. Para mi el Original Banana Split, una fuente con 2 plátanos hermosos enterrados en varias bolas de helado y tapado con nata, cremas y chocolate que se desbordaban hacia el plato de debajo uniéndose con el helado derretido. Una hermosura.

Esa noche cenamos en el Cosmic Ray que a pesar de ser Quick Service tiene posibilidades.

Otro de los restaurantes que visitamos fue el Wolfgang Puck, muy moderno con lámparas minimalistas colgando del techo, de éste conservo fotos de 2 platos: Unas costillas con patatas y cebolla caramelizada y unas empanadillas rellenas de cangrejo con nueces y espinacas.

El ultimo día aun tuvimos tiempo de visitar Earl of Sándwich, un quick service aprovechable en el Downtown Disney, yo probé el Original 1762 con un par de vasos de cocacola. La bebida es refill.

Y este fue todo el recorrido gastronómico de nuestro viaje a Orlando.

Por supuesto que puede ser mejor, yo me quedé con las ganas de ir a Le Celier o visitar algún que otro restaurante de los hoteles Signature y no dudo que los que alquilen coche y puedan moverse libremente encuentren otras propuestas mejores, pero yo estoy bastante satisfecho con lo comido y lo disfrutado. Alojarse en un hotel Disney y aprovechar el Dining Plan a mi me ha parecido ideal.

Se va a Orlando para ver parques de atracciones. No es lugar para descansar ni para ver antigüedades o maravillas naturales. Por muy relajado que programes el viaje siempre terminas cansado y seguro que te quedaran atracciones que ver.

Sin embargo Orlando tiene mas cosas. A mi me hubiese gustado ir al Kennedy Space Center, a Busch Garden, algún paseo por los pantanales y ver caimanes, o asistir a un partido de los Magic en la NBA o los Heat de Miami, incluso ver Miami, alguna playa, un día de pesca, también alguna carrera en Daytona, y mas días de compras o un museo y ver el centro de Orlando. Y alguna cosa mas, pero para eso te hacen falta meses y dólares.

De todas formas estoy muy satisfecho con lo que he podido ver en estos 15 días. Programando las jornadas no me he perdido mas que un par de buenos espectáculos, he paseado tranquilo, comido bien y dormido a gusto y mucho de lo que he visto me ha dejado asombrado. Y eso es mucho.

Salu2 y muchas gracias.