29 de Agosto El lado este del río

     Hoy no nos movemos del lado este del río. El plan es ver los dos grandes templos de la ciudad: Luxor y Karnak y los dos museos principales, el de Luxor y el dedicado a la momificación. Todo está en un área muy pequeña junto al río.

 

     Esta vez no empezábamos tan temprano pero aun así nos levantamos pronto, incluso tuve tiempo para estar un rato en la zona de la piscina. A esa hora aun no daba el sol y se estaba genial.

Templo de Karnak

     Comenzamos por el templo de Karnak, el mayor templo egipcio jamás construido y que fue durante siglos el mas influyente centro religioso. Hasta 30 faraones edificaron en Karnak, bien construyendo pabellones, pilonos o templos menores. Además incluye un lago sagrado y varias capillas y almacenes.

     El complejo principal esta dedicado al dios Amón pero también existen pabellones dedicados a otros dioses como Montu, Jonsu, Mut o Ptah.

     Esperamos en la entrada, junto a los puestos de venta de souvenir, aun cerrados, a que Fátima nos sacara las entradas. No se si entramos por la entrada principal pero era la que tenia pilonos mas grandes y robustos aunque nada adornados. Se trata de la entrada que da al río, con una pequeña avenida de esfinges con cabeza de carnero, distinta de la otra kilométrica que conduce al templo de Luxor, pero es ésta, por la que entramos, la que se continúa con otros edificios y patios que conducen hasta el sanctasantorun donde solo entraba el faraón y los sacerdotes, siempre en un camino cada vez mas estrecho, de suelo cada vez mas alto y techo mas bajo como queriendo imitar la vía de la eternidad.

 

     Todos los que entraban, continuaban hasta el fondo del templo. Nosotros, sin embargo, nos desviamos a la izquierda en dirección al museo al aire libre, esto es, piezas y estatuas inconexas, descatalogadas y sin orden conocido que se colocan en un recinto lo suficientemente grande para transitar entre ellas. Como suponía Fátima, no había nadie viendo aquello, todos se dirigían al frente.

 

     Allí también colocaron una pequeña capilla muy vistosa. Se trata de la capilla blanca de Sesostris I, considerada la edificación mas antigua del complejo (Sesostris I fue el segundo faraón de la dinastía XII, es decir, 500 años antes que la reina Hatshepsut y casi 700 años antes del reinado de Ramsés II). Fabricada en caliza blanca de gran calidad, fue demolida durante el imperio nuevo y utilizada en parte para construir el tercer pilono del templo principal de Amón Ra. Sin embargo se encontraron, de 1927 a 1930, suficientes pedazos como para reconstruirla. Conserva relieves muy vistosos.

 

     Casi a la entrada hay varias representaciones de la diosa solar Sejmet con cabeza de leona, de distinta procedencia.

 

     Y un curioso friso, no tan antiguo, de hombres desnudos con sus atributos al aire. Luego comprobamos que otro friso similar a este está colocado debajo del gran obelisco en el templo de Luxor.

 

     De allí fuimos directamente a la sala hipóstila, enorme bosque de columnas con nada menos que 135, muy juntas, siendo las 12 centrales mas altas que las demás, 21 metros por 15 de las otras, y con un diámetro de 5 metros. La diferencia de altura permite incluir grandes ventanales que posibilitan el paso de la luz, es por ello que sus cálices se encuentran abiertos a diferencia de las otras, de final cerrado. Este patio columnado simboliza el cañaveral de papiro que rodea al océano primigenio, el Num.

 

     Un poco mas adelante los obeliscos de Tutmosis I y de Hatshepsut que son visibles desde cualquier lado del recinto. Luego se suceden varias estancias y capillas semiderruidas y reformadas hasta llegar al santuario.

     Curiosamente el santuario es la primera edificación que se construye y a partir de ahí se continua edificando de dentro hacia fuera.

 

     Nosotros ni siquiera llegamos al santuario. Nos desviamos antes en dirección al lago, atravesando pabellones a medio derruir y paredes engalanadas con bajorrelieves con faraones y dioses.

     Frente al lago también se encuentra el tercer obelisco, una parte de el, también de Hatshepsut que fue hecho pedazos para reutilizarlo en otras construcciones. Otros pedazos del mismo se exponen en un museo de Boston. Encontré fotos antiguas del templo antes de la reconstrucción. (artículo). Expongo una.

 

     Un cuarto obelisco de este templo se exhibe orgulloso en la plaza ovalada de Estambul llamada hipódromo. Fue erigido por Tutmosis III pero se le llama Obelisco del Emperador Teodosio I que fue quien lo hizo transportar. La fotos son mías, de una de mis estancias en Estambul.

 

     Como corresponde a la magnitud del complejo, el lago sagrado es, con diferencia, el mayor de todos los templos de Egipto. Mide 120 x 70 metros, algo mayor que un campo de fútbol, y se utilizaba para las abluciones de los sacerdotes y otras celebraciones religiosas. A la vez proveía de agua a todo el recinto. No tiene ningún canal hasta el nilo, se surte de aguas subterráneas y también era el hogar de cisnes sagrados.

 

     Frente al lago esta colocado un gran escarabajo sagrado en un pedestal cilíndrico con una cara plana donde se lee "Khepri que se eleva desde la tierra". Simboliza a Khepri o Jepri, el autocreado, protector de la vida y la muerte, deidad símbolo de la vida eterna. Aporta buena suerte si das 7 vueltas alrededor en sentido contrario a las agujas del reloj.

     Ahora esta vallado pero la vez anterior que visité Karnak (en 2002) no lo estaba, entonces decían que había que tocarlo para tener suerte y volver.

 

     Volvimos a recorrer la sala hipóstila y algunas capillas cercanas para hacer algunas fotos con detalle hasta salir por el mismo sitio que entramos.

 

     El primer pilono conserva aun parte del entramado de ladrillos de barro que da idea de la construcción de estas grandes moles. Se colocaban rampas inclinadas de este material para hacer llegar los bloques de piedra y luego al terminar se quitaban quedando la pared bruta. En esta pared aun quedaba pendiente el alisado de la piedra y el pulido de los relieves.

 

     Una visita a los servicios y la compra de un par de botellas de agua y al coche hasta el templo siguiente.

 

Templo de luxor

     Volvimos de nuevo a nuestro familiar templo. A esa hora el sol lucía alto y daba de lleno en la fachada del primer pilono iluminando las estatuas.

 

     Saludamos otra vez al gran obelisco soltero. Ya saben que el otro que adornaba esta entrada fue llevado a Francia y colocado en la plaza de la Concordia de Paris y que fue cambiado por el reloj de la foto de abajo, de la ciudadela de El Cairo. Lo que quizás no sepan es que el cambio incluía los dos obeliscos pero tras el traslado del primero el otro fue devuelto por ley, sin necesidad de moverlo de su sitio.

     El reloj nunca funcionó pero, a juzgar por los andamios, los egipcios quieren ponerlo en marcha (o solo adecentarlo, que nunca se sabe).

 

     Algún dato mas: Las cuatro estatuas sedentes de Ramsés II tienen junto a su pierna otra pequeña estatua de Nefertari ataviada como la diosa Hathor, con los cuernos y el disco solar en la cabeza.

 

     Y otra curiosidad: Durante unos sondeos para comprobar la estabilidad de las columnas de este patio, de Amenofis III, se halló un escondite secreto con varias estatuas de cuarcita roja. Unas 20 de ellas, se exhiben en el museo de Luxor, donde iríamos poco después. El descubrimiento no fue hace mucho tiempo sino en 1990. Abajo la tienen la mas bella de todas: la del propio Amenofis III sobre un trineo.

 

 

     De día las estancias techadas son mas visibles pudiendo observarse mejor los relieves de dioses y faraones.

 

     En un momento llegamos al Museo de la Momificación.

Museo de la Momificación

     Se trata de una única sala subterránea. El recorrido se inicia por una rampa lateral en cuyas paredes se pueden ver croquis modernos del proceso de la momificación incluyendo las ceremonias iniciales del traslado y el duelo.

 

     No solo contiene momias humanas sino también animales momificados como cocodrilos, monos y gatos. Camas y utensilios de trabajo completan la colección.

 

     Y ya cerca de la salida, varios féretros policromados incluso por el interior.

     No es un museo muy grande, se ve en un momento si no te pierdes en detalles.

 

Museo de luxor

     Cuando estuvimos en Luxor, el paseo marítimo estaba siendo restaurado en su totalidad y se encontraba todo levantado, sin embargo, la  zona del Museo de Luxor ya estaba terminada y lucia muy bonita con bancos, zonas ajardinadas y algunas estatuas.

     A la entrada, un croquis del museo y diversas instrucciones dan paso a una sala especial.

 

     Se trata de la sala reservada a las estatuas de cuarcita halladas en 1990 en el templo de Luxor. Una pequeña sala moderna y bien iluminada. En la entrada, algunas fotografías del hallazgo.

 

     Un poco mas adentro encontramos, entre otras, 2 cabezas de granito del Amenofis III y una gran estatua del mismo faraón con el dios cocodrilo Sobek, una de las mas vistosas.

 

     La sala continúa con la exposición de varios sarcófagos y diversos utensilios. Las paredes exhiben también fotos explicativas y papiros enmarcados junto con algunas cabezas de faraones.

 

     En la segunda planta hay una pequeña sala dedicada a Akenatón. Décimo faraón de la dinastía XVIII. Uno de los personajes mas interesantes de la historia egipcia.

     Akenatón impulso la religión con base monoteísta exclusiva de Atón, deidad por encima de los demás dioses y el propio rey sería el intermediario del Dios. Este cambio dio lugar a diversas discrepancias entre la población ya que se prohibió la veneración de los demás dioses muy arraigada por el pueblo.

     El cambio llegó incluso a las manifestaciones artísticas. Se abandona el idealismo propio de los anteriores reinados con estatuas desproporcionadas y cabezas perfectas. Desde ahora se imponen los rasgos naturales, cabezas y caras alargadas y defectos físicos son expuestos sin ningún pudor y las escenas de culto a los dioses o de batallas son cambiadas por otras mas familiares e íntimas del faraón.

 

     Y no hay mucho mas. Gran parte de la segunda planta estaba cerrada para remodelación y a la salida se pueden ver unas estelas coptas y alguna momia.

 

     Como quiera que aun era pronto para comer, Fátima nos dejó en nuestro hotel para quedar una hora mas tarde pero ni siquiera entramos. Yo tenía anotados un par de establecimientos justo frente al hotel donde se servia cerveza, se llaman Sunrise y The King Head Pub. Descubrimos que a los dos sitios se entra por una escalera bastante camuflada en una segunda y tercera planta del edificio casi frente al hotel.

     En el primero de ellos, el Sunrise de la tercera planta, cayeron un par de "Stellas" heladas que nos supieron a gloria. Y mas baratas que en el hotel. El restaurante estaba vacío pero luego entro una familia y le sirvieron platos muy aparentes.

 

     Almorzamos en el Mamma Mía, hermano pequeño del restaurante Pizza Roma que está justo al lado (de hecho la comida venía de allí). Una pizzería-burguer pequeña pero funcional. Muy nueva, con bancos de madera.

     No conservo fotos pero la comida estaba rica. Pedimos una pizza de quesos y raviolis de carne, 2 refrescos y una limonada (nada de cerveza, pero ya íbamos servidos). Esta vez pagamos 40 Le !!! por la bebida.

     Nos despedimos de Fátima y nos emplazamos para mas tarde, ya de noche, volver a Karnak.

 

Espectáculo luz y sonido Karnak

     Después de esperar un buen rato entramos unas 30 personas, por la misma puerta de esta mañana. Ya teníamos nuestras audioguias (en la mía solo funcionaba un auricular, pero era suficiente).

     Caminamos por un templo en penumbras hasta pararnos enmedio del primer patio solo para un corto preámbulo con algunas proyecciones al otro lado del patio.

 

     La segunda parada la hicimos en la sala hipóstila con cambios de colores y alguna proyección de sombras y figuras en las columnas mientras oíamos al faraón proclamar alabanzas a los dioses y sonidos de guerra.

 

     La ultima parada fue en unas gradas situadas al fondo del lago sagrado para ver alguna proyección lejana con cambios de luces y colores, mientras se oía de fondo una voz monótona en inglés. La voz en español de nuestras audioguias, sin embargo, declamaba alegorías del pueblo hacia los faraones y dioses poniendo énfasis en las frases con un fondo musical de tambores y instrumentos de viento. La diferencia era abismal. Eso nos entretuvo un poco porque el espectáculo multimedia es bastante pobre.

     Unos 45 minutos después salimos del recinto.

 

     Volvimos al hotel solo para dejar la cámara y muy pronto estábamos de nuevo en la calle. Queríamos volver a cenar al Sofra pero esta vez cogimos por la calle de la televisión (se llama así) con muchas tiendas de ropa y cosas de casa, mucha gente joven, pocos restaurantes decentes y ninguna terraza, nos decepcionó un poco. Ya cerca del Sofra encontramos un zapatero que trabajaba a pie de calle, otro día le llevaríamos a arreglar el bolso.

     Esta vez pedimos menos platos. El restaurante estaba lleno, casi todo turistas. Regresamos al hotel en un taxi ilegal por 25 Le.

     Mañana es viernes, día de rezo.