2 y 3 de Septiembre Sesteo en el barco y navegación

 

     Hoy no madrugamos, sin embargo la diarrea me sorprende a las 7 de la mañana, vuelven los movimientos de tripa y las prisas para el baño.

     Desayunamos esta vez con parsimonia y damos un ultimo vistazo a la habitación por si se olvida algo. Cajones abiertos, cama destapada, caja fuerte de par en par y encimera del baño desierta.

     Salimos para el barco puntualmente a las 10:30, no tardamos ni cinco minutos.

     El Steigenberger Legacy estaba atracado justo frente al Hotel Winter Palace, además situado el primero, junto al muelle. Al parecer es un privilegio porque el atraque es suyo, de la compañía Steigenberger. El sitio es genial porque está muy cerca del templo de Luxor y de calles con mucho ambiente.

     El barco es imponente. Tres cubiertas con camarotes y una mas, la mas baja, supongo que para la tripulación y quizás las bodegas. Y arriba del todo un solarium con mucha sombra y una piscina con una zona con metro y medio de profundidad, una delicia para las horas de mas calor. Las fotos que muestro del barco son del atraque de Assuan no tengo fotos exteriores del barco en Luxor.

 

     Nos despedimos del conductor que nos trae y quedamos por teléfono con el guía para mañana. Hoy no hacemos nada en todo el día. quizás fuera un día perdido o que se pudiera recortar del viaje, pero nos hacia falta un descanso y nos vino bien. Normalmente este es el día en que llega todo el pasaje del barco, durante toda la jornada.

 

     El camarote, como pueden ver, muy completo y vistoso. El número 315, mas o menos en el centro del barco. En todo el crucero casi no oíamos los motores y a veces si no mirabas por la ventana no sabias que te movías. Por contra, esta prohibido fumar en todo el navío excepto en el solarium.

     En un expositor sobre el minibar estaban los precios de las bebidas:

     .- Cola y refrescos 32 LE.

     .- Café   32 LE.

     .- Cerveza grande  90 LE.

     .- Agua grande  20 LE.

     No precisamente baratas.

 

     Almorzamos puntualmente a la 1 de la tarde y luego estuvimos sesteando en la piscina. A las 5, como no, había te con pastas gratis en el bar de arriba y nos pillo en bañador.

     Mas tarde volvimos andando hasta el Aboudi curioseando por las tiendas frente al barco, en los bajos del Winter Palace. Precios altos. Esperábamos a El Cairo para hacer algunas compras, tampoco demasiadas. Luego volvimos a cambiar euros a 18,08 cada vez mas bajo.

     En Aboudi cayeron un par de batidos muy ricos y luego nos acercamos a un bazar turístico que estaba muy cerca. Huimos de allí espantados porque no podíamos ni tan siquiera acercarnos a los puestos sin sufrir el acoso de todos los vendedores de los 5 puestos de al lado. Éramos los únicos turistas allí y aquello era de todo menos un paseo tranquilo. Salimos de allí sin terminar la calle.

 

     Cenamos en el barco casi los últimos a las 9 de la noche. Nos asignaron una mesa en una esquina que sería la nuestra durante todo el crucero. La restauración del barco, muy buena con una esquina donde te cocían pasta al instante y luego te la servían con tomate, queso y especias. Dos clases de sopas diarias y un plato principal que ese día era un gran pescado a la plancha con cuscus de guarnición. También había helados y postres variados.

     Terminamos la noche en el solarium con un café y un par de refrescos que pedimos en el bar. En total, ese día nos gastamos casi 400 LE solo en bebidas.

 

     Al día siguiente nos avisaron que servirían el desayuno en la piscina, a la carta, porque casi todo el pasaje está de excursión (para visitar todo lo que puedan de Luxor) y vuelven a la hora de comer.

     Bajamos luego a por colas para llenar el minibar y nos quedamos en la piscina a la espera del almuerzo. También compramos participaciones para un sorteo que se celebraría esa noche en la presentación de la tripulación.

     La mañana pasó deprisa entre algunos baños (el calor pasaba factura y cuando te secabas ya estabas deseando volver a mojarte) y alguna cerveza hasta la vuelta de los excursionistas.

     Mientras almorzábamos la motonave empezó a moverse. Al estar los primeros, junto a tierra firme, fuimos los últimos en salir y nosotros, una vez arriba, vimos las maniobras y las carreras por el centro del Nilo. Seriamos como 5 o 6 barcos todos en fila navegando contra corriente. De vez en cuando alguna patera destartalada se arrimaba y se enganchaba a nuestro costado (seguro que con la ayuda de algún marinero de nuestro barco) para intentar vender chilabas y camisas bordadas de algodón egipcio. Una maniobra que a mi me pareció muy arriesgada. Mas de una prenda terminó en el agua.

     Entre estas vistas, la merienda y una pequeña siesta se echó la noche encima.

 

     El plato principal de la cena fue pavo asado del que solo probé un poco temiendo aun por mis digestiones. Una sopita de champiñones y algo de arroz blanco también sentó muy bien.

     Antes de eso nos reunimos con quien sería nuestro guía durante todo el crucero. Se trataba de Ahmed Ragab, uno de los mas antiguos y reputados guías y egiptologos de la agencia Vip travel.

     Después de la cena se presentó toda la tripulación y se sortearon algunos collares y pulseras (cortesía de la joyería del barco), camisetas (de la tienda propia del barco) y algunas botellas de vino, una de ellas fue nuestro premio. Caería el día siguiente durante el almuerzo.

 

     Poco mas tarde pasamos la esclusa de Esna y ya teníamos via libre hasta Assuan con las breves paradas de Edfu y Komombo pero eso sería el día siguiente.

     Hasta entonces.