4 de Septiembre. Templos en el camino
     Desayunamos esta vez en el comedor con tostadas, mantequilla y mermelada y alguna pastita. Poco después nos vemos con el guía para visitar el primer templo del día.

 

Edfu
     Uno de los templos mejor conservados de Egipto y eso gracias a que quedó enterrado por sucesivas tormentas de arena y al avance del implacable desierto.

     Está dedicado a Horus, el Dios halcón. Se trata de un templo tolemaico, o sea, relativamente moderno.

     Comenzó a construirse en el año 237 a. C. por obra y gracia de Ptolomeo III, continuadas las obras 25 años después por Ptolomeo IV y decorado por Ptolomeo VIII en el 142 a. C. Las obras concluyeron en el 57 a. C. con la colocación de las puertas.

     Cayó en desuso como edificio religioso, poco a poco, cuando el emperador Teodosio I (si, el mismo del obelisco de Estambul), en 391 d. C. prohibió cualquier culto que no fuera cristiano. Esto también influyó en los relieves que fueron sistemáticamente arrasados por los fieles al igual que en otros templos egipcios.

     Representa la típica construcción megalítica egipcia con su pilono principal, su patio, las salas hipóstilas, la camara de ofrendas, la sala central y el santuario. Cada estancia mas pequeña que la predecesora y con menos iluminación hasta llegar al santuario solo iluminado por el frontal.

 

     Las dos torres del pilono tienen 4 pisos con una escalera de 145 peldaños pero cerrada al publico. La entrada está precedida de dos estatuas de Horus, el halcón, realizadas en granito negro con algunos desperfectos. El pilono está decorado con relieves de Ptolomeo XII sacrificando prisioneros ante Horus y Hathor.

     Fue la última estructura en construirse. Como la mayoría de los grandes templos se hacían de dentro a fuera.

 

     El patio esta lleno de columnas en 3 de sus lados. Los capiteles de las de los lados son todos distintos pero gemelos a los del lado contrario. Originariamente, el patio tenía un templete que se utilizaba como altar para ofrendas de los sacerdotes rodeados de fieles. Fue destruido por la vorágine cristiana.

 

     Antes del vestíbulo esta colocada otra estatua de Horus, una de las mejor conservadas, su pareja anda desaparecida o destruida. Lleva la doble corona de Egipto y se dice que protegía la entrada hacia los confines del templo.

 

     El vestíbulo o primera sala hipóstila consta de 12 columnas en filas de 4 x 3 con dos sala a los lados: el salón de la consagración y la biblioteca.

     El techo del vestíbulo esta ennegrecido por las antorchas de refugiados en el templo, al parecer una vez abandonado. Los relieves de las paredes muestran escenas de ofrendas a los dioses o realizando actos rituales como colocación de la primera piedra, preparación de incienso, etc..

 

     La segunda sala hipóstila se abre en el centro hacia la sala de ofrendas y a los lados a dos estancias que a la vez dan acceso a los corredores laterales interiores. La sala de la izquierda es el laboratorio. La foto de abajo es de encima de la puerta de entrada. Muestra diversos utensilios que se utilizaban para preparar esencias y perfumes para los rituales del templo.

 

     Una escalera a cada lado da acceso a la azotea pero al final esta cerrada y no se puede acceder. Imagino que para poder admirar los relieves.

 

     La sala mas pequeña y mas importante es el santuario. Esta cerrada con una valla metálica. En su interior aun está el altar principal y una réplica de la barca de madera que se utilizaba en las procesiones con una estatua dorada de Hathor. La original está en el Louvre.

 

      Los corredores laterales interiores son los mas altos del templo y también los mas sombríos lo que hacen que sobrevivan en el techo muchos murciélagos colgados.

     En los relieves de abajo hay un ejemplo de la numeración egipcia, describe los cántaros utilizados en una fiesta: 1.333.331 exactamente.

 

     Una vez visto el interior salimos por una puerta lateral, hacia la paredes laterales exteriores que también contienen excelentes relieves. Luego fuimos hacia la entrada por una pequeña puerta que da al pilono frontal, dando por terminada la visita.

 

     La vez anterior que visitamos el templo ninguno de estos sombrajos estaba colocado. Los pobres caballos esperaban a pleno sol la vuelta de los turistas y su traslado a las motonaves. Algo han mejorado.

     Por el camino estuve haciendo algunas fotos del quehacer diario de esta ciudad. Todo el mundo coincide que no tiene nada destacable mas que el templo de Horus.

 

     Y ya mas tarde nos pusimos en marcha para el siguiente templo. El río en este tramo es inmenso, lo que permite que se creen numerosas islas e incluso playas aprovechadas por los niños que nos saludaban al pasar.

 

Komombo

 

     Kom Ombo es una ciudad agrícola situada al borde del Nilo (como casi todo en Egipto) a unos 40 Kms. de Assuan. Es conocida principalmente por el curioso templo tolemaico del mismo nombre. Tolemaico o Ptolemaico, me encanta esta palabra. También se puede escribir Tolomeico o Ptolomeico pero a mi me gusta mas la anterior. Hace referencia a la segunda dinastía griega de Egipto y la última antes de la dominación de Roma.

     El templo de Komombo es inusual porque en realidad son dos templos simétricos colocados juntos. Si es así es porque está dedicado a dos dioses: Sobek y Haroeris (Horus el viejo). Se le conoce también por el templo del cocodrilo porque Sobek es el dios cocodrilo.

      Empezó a construirlo Ptolomeo VI y lo terminó Ptolomeo XII. Hecho sobre las ruinas de un pequeño santuario de la época de Tutmosis II (dinastía XVIII), seguro que si buscan bien encuentran algún vestigio hecho por Ramsés II (menudo era).

  

    Sin embargo, el templo, por la cercanía al río y porque muchas de sus piedras fueron reutilizadas, está muy deteriorado. El pilono de entrada y el patio no existen, solo algunas bases de columnas del patio permanecen en su lugar.

      Lo mas imponente son la serie de columnas de la primera sala hipóstila, con capiteles floridos y relieves de varios Ptolomeos ante los dioses, Haroeris, a la izquierda y Sobek a la derecha.  

 

    Luego le siguen otra segunda sala hipóstila, las dos salas de ofrendas y los dos santuarios.

 

     En esta foto de abajo, un relieve con los dos dioses a los que está dedicado este templo.

 

     No hice demasiadas fotos en este templo. Me centré mas en algunas curiosidades que conocía.
      Algunos relieves curiosos de amamantamiento e incluso de partos.

 

     Este templo siempre se ha relacionado con la medicina. De hecho, existen numerosos relieves con instrumental medico que se utilizaba en ese tiempo. Ahmed, nuestro guía, nos mostró éste que creo es distinto al que vimos en nuestro anterior viaje.

     Además, existen grabados donde se describen diferentes ofrendas a Imhotep que fue un alto funcionario y gran figura egipcia (que vivió mas de 2000 años antes). Considerado el padre de la medicina. (Ya contaré algunas cosas mas de este importante personaje, cuando llegue a El Cairo).

 

     En el exterior del templo se encuentran trozos de piedra con relieves, ruinas sin reconstrucción posible. Pero también un par de pozos, uno de ellos con escalera de acceso que se utilizaba como nilómetro (para establecer los impuestos a cobrar) o como piscina para criar cocodrilos para utilizarlos en las fiestas y espectáculos (difícil de creer esto segundo).

 

     Ahmed también nos enseñó este corte de piedra que deja ver un trozo de madera incrustado para mejor ensamblaje. Se encuentra a la entrada del templo, en el primer murete de reconstrucción.

 

     Si vas al templo por la tarde puede que, sin querer, entre esos vestigios, aparezca de repente Indiana Jones, quizás buscando algún tesoro perdido.

 

     Recuerdo que la vez anterior, en el 2002, en este templo se encontraban 2 cocodrilos momificados en sendas urnas de cristal. Ya no están, probablemente los trasladaron al museo del cocodrilo que se encuentra casi pegado al templo. Se puede acceder con la misma entrada.

     Justa antes vimos un bar con unas vistas privilegiadas del templo, lastima que estuviera cerrado.

 

Museo del cocodrilo

 

     Se trata de un museo pequeño con varios cocodrilos disecados y momificados, huevos de cocodrilo y algún sello o estela dedicada al Dios Sobek. Se ve en 20 minutos.

 

      A la vuelta, nos sentamos en un templete del bar anterior, solo para hacernos la foto.

 

     Esa noche tuvimos cena árabe. Se notaba sobre todo en los postres donde yo identifiqué tortas de Nochebuena, sultanas de coco y arroz con leche. Como yo aun estaba renqueante con mi barriga, Ahmed me dio un par de pastillas de la medicación egipcia, Antinal®, las pastillas amarillas. Terminaron con lo poco que quedaba de mis digestiones pesadas.

     En la cena dimos buena cuenta del premio conseguido el día anterior: una botella de vino blanco que tampoco es que fuera gran cosa.

     Y poco después salimos a la terraza a contemplar las luces de la ciudad. Ya estábamos en Assuan. Y mañana, a madrugar para volver 17 años después, a Abu Symbel.