5 de Septiembre
Abu Symbel
     Madrugamos mucho para ir a Abu Symbel. Íbamos junto a otra pareja de turistas que viajaban también con Vip Travel. Fue la única ocasión en que no estuvimos solos.

     Ahmed tampoco nos acompañó esta vez. El recorrido lo hicimos con otro guía mucho mas parco en explicaciones y que, prácticamente nos dejó solos a las primeras de cambio (sospecho que no era guía sino simplemente acompañante). Lo volvimos a ver después de la visita en el bar junto a la entrada del conjunto, donde habíamos quedado.

      Abu Symbel comenzó a construirse en 1.284 a. C. aproximadamente y se terminó unos 20 años después. Su finalidad era impresionar a los nubios con el poder del faraón Ramsés II y, de camino, colmar sus ansias de grandeza.

     Como todo, cayó en el abandono y la arena y los lodos del río le cubrió por completo de modo que fue ignorado por los historiadores hasta 1.813 en que Johann Ludwig Burckhardt lo descubrió.

     Curioso este personaje ya que, vistiéndose como árabe y haciéndose pasar por musulmán, descubrió, no solo los templos de Abu Symbel sino que además dio a conocer a occidente, nada menos que los templos de Petra en Jordania (todo el mundo cree que fue Harrisond Ford, pero no, fue él). También fue uno de los primeros europeos en visitar La Meca y Medina. Un monstruo este Burckhardt

     Seguimos. En 1.813 Burckhardt no pudo encontrar la entrada al templo y contó su hallazgo al explorador italiano Giovanni Belzoni, otro personaje que también tiene tela, quien por dos veces visitó el lugar, encontrando la entrada en el segundo intento. La wikipedia dice que se llevó todo lo que pudo transportar del interior del templo, aunque no creo que quedara demasiado. 

 

    Seguramente sabrán que Abu Symbel es un templo recolocado. Efectivamente, en el año 1959 y como consecuencia de la construcción de la gran presa de Assuan, algunos de los templos egipcios se verían forzosamente invadidos por las aguas y se hizo un llamamiento internacional para recibir ayuda. España, como no, junto a otros países contribuyó y, a cambio de eso, Egipto nos cedió otras ruinas. Las del templo de Debod (que también iba a ser engullido por las aguas). Por su significado, incluyo ahora una sucinta referencia de este templo.

 

Templo de Debod

      El templo de Debod, como Abu Symbel, Philae y varios mas, se encontraban en Nubia, la zona mas al sur de Egipto, que fue varias veces conquistada por el imperio egipcio. Actualmente, esta región es compartida por Egipto y Sudan.

     El templo fue comenzado por Adijalamani, un rey nubio, sobre el año 200 a. C. para después ser continuado por varios faraones Ptolemaicos. Finalmente, fue concluido en época romana ya que conserva relieves de los emperadores Octavio Augusto y Tiberio.

     Actualmente se encuentra en Madrid, junto al Paseo del Pintor Rosales (Parque del Oeste) en un alto donde se encontraba el Cuartel de la Montaña. Fue trasladado allí después de varias peripecias históricas, que serian largo de contar, pero que vienen bien explicadas en la wikipedia.

     Incluyo un imagen antigua de su ubicación original en Nubia y tres instantáneas modernas (algunas tienen Copyright por lo que incluyen el nombre del autor).

 

     Llegamos a Abu Symbel sobre las 6:15 después de algo mas de 2 horas de camino. A esa hora el sol ya estaba bien presente. El guía repartió las entradas y nos dio una escueta explicación de lo que íbamos a ver. Luego continuamos solos.

     Ni siquiera entramos en el centro de interpretación que se ubica junto a las taquillas, en él se explica el traslado del templo con unas fotografías muy vistosas. A propósito de eso he encontrado unos artículos antiguos que explican el proceso, son de 1961. Son estos y no solamente hablan de Abu Symbel. (Curiosamente uno de ellos habla de Dabod como Devod y dice que reposa en la isla elefantina. Bastante después de publicarse el articulo fue llevado a Alejandría y luego a España).

 

     Aquí está. La montaña artificial que fue creada para albergar una de las maravillas mas impresionantes del Egipto antiguo. Levantada 60 metros desde su ubicación original. Esta es su parte trasera.

 

     El camino de entrada está estratégicamente situado para que al volver la esquina podamos ver el templo en todo su esplendor y, si es por la mañana, siendo iluminado con los primeros rayos del sol e inundándolo de luz. Creo que es el mejor momento para verlo.

 

     Y aquí con su fachada que impresiona. El monumento levantado para mejor gloria de Ramsés II, el mega-faraón.

     Aparece cuadruplicado, en posición sedente. Excavado en la roca para conmemorar la batalla de Kadesh contra los asiáticos hititas (curiosamente, esta batalla terminó en empate. Acabó con un tratado de paz entre las dos fuerzas, pero Ramsés II se jactaba de haberla ganado construyendo el templo. El rey hitita haría lo mismo realizando otro templo en su tierra). Tanto éste como el templo menor que está a su lado, tardaron unos 20 años en construirse.

     El dios-faraón aparece tocado con la doble corona de las dos tierras, barba postiza, el collar y un pectoral grabado con el nombre de coronación. De los cuatro, uno se encuentra en pésimo estado y solo queda la parte inferior. El pecho y parte de la cabeza se encuentran esparcidos a sus pies.

 

     Junto a las piernas de los colosos se encuentran pequeñas figuras que representan a sus familiares junto a otras estatuas figurativas que representa a Hathor, el halcón.

 

     El templo está dedicado al propio Ramsés II (ya considerado Dios) y a otras de las principales deidades de la época: Amón-ra, Ra-Horajti y Ptah.

 

     En el interior encontramos primero la gran sala hipóstila cuyo techo esta sostenido por 8 pilares que representa a Osiris con los rasgos del faraón, los 4 de la izquierda llevan el tocado del alto egipto y los de la derecha la doble corona de la unificación de las dos tierras.

     Las pinturas del techo representan a la diosa Nejbet con las alas desplegadas. Los grabados de las paredes muestran escenas de inmolación de prisioneros y de batallas en Siria, Libia y Nubia junto a presentación de ofrendas y princesas.

 

     Este es uno de los relieves mas famosos, se expone la cuadriga real con el monarca saeteando a los hititas sin compasión.

 

     Y al fondo, el santuario, donde aparecen sentados los 4 dioses y donde, dos veces al año, 60 días antes y 60 después del solsticio de invierno, el sol ilumina solo 3 de las 4 figuras, dejando a Ptah (relacionado con el inframundo) en penumbra.

 

     El segundo templo también impresiona por su vistosidad.

     Excavado también en la roca, representa a 6 estatuas de pie, 4 del propio faraón y 2 de la reina Nefertari, sin duda, la esposa favorita del rey, a la que dedicó este hipogeo y una de las mas bellas tumbas jamás construida allá en el valle de las reinas, en Luxor.

     Nefertari aparece colocada a la misma altura del faraón, cosa inusual y que da idea de la devoción de éste por su reina principal. El interior está sostenido por 6 columnas cuadradas con capiteles decorados con la cabeza de la Diosa Hathor. La mayoría de los relieves interiores representan a ambos realizando ofrendas a los dioses. El santuario también está adornado con una estatua de Hathor, diosa a la que está dedicado el templo.

 

     Un par de horas después, salíamos satisfechos del recinto.

     Esperamos en el bar tomando un caro café en el bar junto a las taquillas y cuando nos juntamos todos volvimos a Assuan. Yo llevo un reloj podómetro durante todo el viaje y debió volverse loco porque en este día me contabilizo mas de veinte mil pasos. Creo que fue con los saltos del recorrido de vuelta.

 

     Ahmed nos estaba esperando para subir a la faluca sin motor en la que daríamos un pequeño paseo, meciéndonos por las aguas del centro de Assuan. En el recorrido pudimos ver algunos jeroglíficos en piedras sumergidas (ignoro si auténticos), el Hotel Old Cataract donde Agatha Christie escribió su novela "Muerte en el Nilo" y otros edificios emblemáticos.

   Atracamos muy cerca de nuestro barco pero ni siquiera entramos en él. Fuimos directamente a Philae cogiendo otra barca en otro embarcadero mas cercano a los templos.

 

Philae

 

     Philae era el nombre de la isla donde se encontraba este monumento, antes del traslado al islote cercano de Agilkia. No se trata de un solo templo sino de un conjunto de ellos erigidos en época ptolemaica y romana. Forman parte de lo que se ha venido a llamar Monumentos de Nubia de Abu Symbel a Philae. Tiene el honor de acoger los últimos jeroglíficos de los que se tienen evidencia. Fueron grabados en los muros de la llamada Puerta de Adriano el día 24 de Agosto del 394 d.C.

     Las dos imágenes siguientes están realizadas en la isla original, en una de las crecidas del río, antes de la construcción de la presa. Están sacadas de una web de la UNED, ésta.

 

     El templo principal está dedicado a Isis y fue construido en su mayor parte entre los reinados de Ptolomeo II y el emperador Diocleciano y se convirtió en lugar de peregrinación de todas partes del mundo mediterráneo e incluso de Nubia. El complejo también acoge a otro templo dedicado a Hathor, el llamado Quiosco de Trajano (incompleto) y otros edificios menores como la capilla de Imhotep (de nuevo este funcionario faraonizado) y la puerta de Adriano.

     El templo parece estar "desenfilado", es decir, el gran patio exterior de entrada, rodeado de columnas, no se corresponde con el primer pilono. Está colocado hacia la izquierda. Mi primer pensamiento fue que, en el traslado del templo, la isla se les había quedado pequeña y tuvieron que encajar el templo de esa manera. Pero no, originariamente el templo fue construido así en sucesivas ampliaciones. Al parecer su construcción irregular se debe a que tuvo que adaptarse a las peculiaridades del suelo granítico en el que está asentado. Tampoco los dos pilones están colocados simétricamente.

El culto a Isis perduró hasta el siglo VI en que el emperador romano Justiniano lo proscribió. El templo se convirtió en iglesia cristiana e incluso conserva un altar de esa época dedicado a San Sebastián. Yo no lo vi.

 

     Adjunto esta imagen esquemática de los templos, sacada de este blog muy didáctico.

 

     El primer pilono esta decorado con escenas de ofrendas y los cartuchos de los emperadores romanos que participaron en su construcción: Augusto, Tiberio, Caligula y Nerón.

     Custodiando la puerta principal se yerguen dos leones de arte nubio que todavía permanecen en su lugar original. También había dos obeliscos con los cartuchos de Ptolomeo y Cleopatra. Uno de ellos (el otro quedó destruido) se encuentra hoy en Dorset, Inglaterra, en los jardines de una casa solariega, ya que fue adquirido por un egiptólogo y aventurero llamado Bankes con la ayuda inestimable de, ¿saben quien?, Giovanni Belzoni.

 

     El segundo pilono es algo mas pequeño que el primero y para superar el desnivel se colocó una rampa de entrada hacia la sala hipóstila. Los enormes relieves de Ptolomeo XIII junto a Isis y Horus decoran su fachada y a sus pies, la estela de Ptolomeo VI Filométor, tallada sobre la roca viva. Conmemora la donación de tierras al templo y las exenciones fiscales concedidas por este rey.

 

     Pero, sin duda, la estrella del complejo es el Quiosco de Trajano, de época romana.

     Se trata de una armoniosa estructura de 14 enormes columnas con capiteles florales tallados. Actualmente no tiene techo pero se cree que en sus tiempos era de madera en un ejemplo de una inusual combinación de madera y piedra en un templo egipcio.

     Este pabellón servia para acoger las barcas procesionales y como acceso desde el embarcadero del río ya que se sitúa en esa dirección.

 

     Después de Philae nos acercamos a un taller de esencias donde compramos un par de botes de 100 mls. por unos 13 €. regateando desde los 10 € que nos pedían por un solo bote.

     Esa noche, después de la cena, fue la celebración de la fiesta de despedida en el barco. Aparecieron cantantes, bailarines y malabaristas que amenizaron, escasamente debo decir, la poca gente que quedó en el salón discoteca. Era la última noche en el barco. Mañana tocaba vuelo temprano a El Cairo y, seguidamente, visitas a todo tren.