Al parecer, tenia originariamente 7 gradas, ampliadas a 8 y transformada por Sneferu en una pirámide de caras lisas. Actualmente solo sobreviven 3 caras y el montón de escombros de su base se debe al derrumbe del recubrimiento posterior. Otros opinan que la pirámide original era tal cual la vemos hoy, que el derrumbe no tuvo lugar y que los escombros no son mas que los restos de las rampas utilizadas para fabricarla. Mediría 147 metros de lado por 93 de altura pero en su estado actual mide 65 metros de alto.

     No es demasiado difícil la entrada, ni siquiera hay que estar en forma (yo no lo estoy). Solo, no hay que tener prisa por llegar abajo ni subir apresuradamente, evitar la sensación de pánico y la claustrofobia y no poner en marcha la imaginación. Cuando fuimos nosotros no había nadie mas visitando la pirámide por lo que entramos solos y sin agobios. El guarda se llevó una pequeña gratificación por sus facilidades.

La pirámide roja

     No siempre fue de este color. Como las otras, estaba recubierta de bloques de piedra caliza blanca pulida pero durante años este recubrimiento fue usado en la construcción de otros edificios de El Cairo.

     Se construyó con el mismo ángulo de 43º de la sección superior de la pirámide acodada por lo que muestra un aspecto achatado en comparacion con las otras pirámides egipcias de Giza. Según los arqueólogos la razón puede ser la crisis de ingeniería que supuso el derrumbe de la pirámide de Meidum y las grietas aparecidas en la combada que obligaron a cambiar el ángulo.

     La entrada está situada a 28 metros de altura. El pasaje mide 62 metros y con un ángulo de inclinación de unos asequibles 27º. Luego viene una sección horizontal de 7,4 Mts. desde la que se accede a dos antecámaras cubiertas de bóvedas escalonadas a dos caras. La segunda tiene una apertura en su pared a una altura de 7,6 Mts. (un andamiaje de madera permite salvarla) para llegar a la camara mortuoria también con techos escalonados a dos caras. Por primera vez, todas estas cámaras están por encima del nivel del suelo.

     La aventura de la entrada tampoco supone mayor problema, si lo hicimos nosotros, un par de vejestorios de casi 60 tacos, lo hace cualquiera. Pero, sin prisas. Una crisis de angustia estando dentro de una de esas pirámides tiene que ser terrorífica.

     Es la mejor conservada de todo Egipto ya que aun puede verse gran parte de su revestimiento calizo.

     Su altura es de 105 metros y tiene una base cuadrada que mide 188 metros de lado. Se encuentra a un kilómetro de la pirámide roja.

     Otra característica de esta pirámide es la duplicación de las entradas y de las cámaras funerarias. Por primera vez en la historia, las bóvedas escalonadas son de cuatro caras y no de dos como hasta entonces. Como las otras dos de Sneferu, no hay sarcófago en su interior.

      Éste faraón, de la XII dinastía, fue con Sneferu, los únicos monarcas que construyeron más de una pirámide. Amenenhat III construyó otra en Hawara (60 Kms al sur) después de la negra, probablemente al observar las mismas grietas de la combada de Sneferu, pero él las achacó a la deficiencia del terreno donde estaba asentada.

     La entrada abierta al publico es la de la cara norte, a 12 metros del suelo. Para mi, el corredor descendente de 80 metros fue el mas incómodo de todas las bajadas porque es el mas bajo de todos. Tiene pasamanos a los lados pero yo prefería asirme a las tablas del suelo ya que mi espalda tocaba con el techo en cuanto me erguía lo mas mínimo.