Día 11, 5 de Septiembre. Tarde.            EL MAR MUERTO

     No queda bien ni por asomo decir que el mar muerto se muere. Pero, de seguir así, tiene los días contados.

     Almorzamos en una de muchas instalaciones que, sin ser hoteles, ofrecen restaurantes, piscinas de agua dulce y una bajada a la zona de playa y de baño salado. Debido a la perdida de agua, esta bajada es cada vez mas pronunciada obligando a añadir mas escalones.

     Después de un almuerzo ligero bajamos a la playa. El suelo salpicado de costras de sal y piedras que se deshacían al cogerlas con la mano.

    Y luego la sensación del baño, la imposibilidad de ponerte de pie cuando llegas a cierta hondura y el placer de la flotabilidad. Difícil de contar