IMÁGENES

 

     La vista desde la habitación del Waldorf. A veces una autentica marea amarilla inundaba la calle ocupando todo el cemento. Otra marca de fábrica de la ciudad.
     La entrada al museo de ciencias naturales. La estatua del presidente Roosevelt (el amigo de los indios) la preside. Cobra vida en la reciente película "Noche en el museo".
     Vean el tamaño de esos cataplines, y lo lustrosos que se ven. La de manos que pasaran diariamente por allí. Y el sin inmutarse.
     Y otra por delante que no todo van a ser visiones traseras. Ésta es una estatua rebelde, fue colocada allí en una noche, sin consentimiento ni conocimiento municipal y aunque quisieron retirarla, el pueblo se pronuncio en contra. Y ahí sigue.
     Edificios futuristas junto a Columbus Circle. Mas señas de identidad.
     Por toda la ciudad abundan expresiones artísticas. Insospechadas estatuas callejeras. Parques con mesas convertidas en tableros de ajedrez. Postes con anuncios luminosos y cientos de puestos ambulantes.
     Puedes pasar de un barrio supermoderno con altísimos y acristalados edificios a otro con casas bajas coloreadas, de armazón de hierro y con las conocidas escaleras de incendio exteriores tan solo atravesar una manzana.
     Wall Street. Allí abunda gente joven trajeteada andando de acá para allá, hordas de turistas detrás del guía y seguridad, mucha seguridad (cuando digo seguridad quiero decir furgonetas negras, con policías armados hasta los dientes, cámaras de vigilancia en cada esquina y calles cerradas al tráfico).
     Vas por la calle y de pronto pasas por una estación de bomberos y como estas en el extranjero el cuerpo te pide hacerte una foto, pides permiso (ante todo educación) y te la haces. Que se le va a hacer.
     Lo de antes de la policía no es coña. Aquí tienen una muestra de un grupo de operaciones especiales en pleno despliegue en Times Square. De película.
     Algunas muestras del tema comidas: El Bubba Gump, curioso restaurante-tienda en pleno Times Square con magnificas vistas, la pizzería Lombardi en Little Italy y el famoso sándwich de pastrami del Carnegie Deli.

    Además muestro un batido de café y caramelo de los de allí con su ticket de compra (donde constan el nombre y la dirección de la cafetería, el nombre del dueño, el DNI, el que lo sirvió, el que lo cobró, la hora, el día, los impuestos, un numero para un sorteo, algún consejo y algo de propaganda).

     El toque patrio, nacional, de aquí, una próxima inauguración de una tienda Zara en Nueva York.
     Y por último algo que no he visto en ningún sitio, un anuncio en el cielo del abierto de Estados Unidos de tenis, con cinco aviones.