Vietnam y Camboya están muy, muy lejos, y si quieres visitarlos eso se traduce en dinero, mucho dinero.      Lo primero era buscar una agencia aceptable. En algunos foros comentaban que lo mejor y lo mas barato eran las agencias establecidas en el propio país con sucursales o no en España. Las grandes agencias de viajes como Kuoni, Catay o El Corte Ingles se salían de precio y además subcontrataban los servicios con estas otras agencias vietnamitas de modo que nos ahorrábamos un paso buscando una agencia autóctona. Y hay muchas. Con programas, recorridos y precios similares pero todas con una cosa en común: ninguna te ofrecen los vuelos internacionales. Por una vez, estos hay que buscarlos por tu cuenta y, claro, eso tiene que ser lo primero.      Al final conseguimos un coste aceptable en "Edreams", después de muchas búsquedas ya que, paradójicamente, cada día daba un precio distinto.      Y a la vez contactamos con una agencia vietnamita pero regentada por un matrimonio español afincados en Vietnam. Se trata de RutasVietnam. Nos prepararon un recorrido de 17 días entre los dos países con estancias en hoteles de 3 y 4 estrellas, 3 vuelos internos, excursiones y visitas incluidas, la mayoría de los almuerzos y alguna cena.

     De modo que un 21 de Agosto partíamos desde Barajas con ganas de padecer y disfrutar la aventura turística de Vietnam y Camboya.

     Comenzamos el viaje en el norte, en Hanoi, la capital. El vuelo de ida incluía una parada en Moscú ya que no existen vuelos directos Madrid-Hanoi ni ninguna otra ciudad vietnamita. Las escalas mas decentes y mas buscadas suelen ser Bangkok (vía Thailandia con la Thai) o Doha (vía Qatar con Emirates o Qatar Airways) pero éstas salían carísimas y aunque la vía Moscú no es la ideal, operaba con Vietnam Airlines y eso daba ciertas garantías.

      Entre una y otra cosa llegamos al hotel casi a las 10 de la mañana. El matrimonio gerente de la empresa "RutasVietnam", con la que habíamos contratado el viaje, nos estaba esperando. Tras las presentaciones y el pago del resto del importe nos dejaron unos mapas, el itinerario final y un móvil prepago para llamarlos si surgía algún contratiempo. Con el también podíamos llamar a España a precios muy baratos.

     Nos regalaron también una mochila casera, realizada con sacos de arroz, de una ONG local donde ellos colaboraban. Solo teníamos tiempo de subir las maletas y descansar un poco ya que, en un par de horas, nos recogían de nuevo para una primera vista de la capital.

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