Cámaras

 

     La existencia de esta pagina no tendría sentido sin la inclusión de fotografías. Aunque los relatos de viajes por si solos pueden ser un atractivo, si van acompañados de ilustraciones se hacen mucho mas amenos y comprensibles. Incluso por si solo el material grafico es insustituible, ya se sabe "vale mas una imagen que mil palabras".

     Y las responsables de cada una de las fotografías que acompañan la Web son estas dos "maravillas":

 

     Mi primera cámara digital, una HP de 3,3 megapixeles. Para lo que se lleva ahora es una mierda pero las fotos que hacia me parecieron magnificas.

     Todo automática, solo apuntar y disparar, lo único que podías controlar era si saltaba el flash (curiosamente esto en algunas otras cámaras no está muy afinado) y a veces, cuando lo desconectabas y colocabas la cámara en algún sitio fijo te tiraba unas imágenes nocturnas de varios segundos que eran una preciosidad.

     La estrené en Egipto, un sitio donde la luz ayudaba muchísimo, incluso demasiado, y con ella a cuestas llegué a sacar mas de 10000 fotos de lugares tan variados como Estambul, Egipto, Túnez o China. En Túnez se me cayó y desde entonces le cuesta enfocar y a veces el pobre zoom se queda atascado. Eso me llevo a dar el siguiente paso:

     La segunda protagonista es una Canon normalita, no reflex ni semiprofesional sino de andar por casa pero con dos grandes mejoras. Un zoom de 12 aumentos que me permite robar algunas instantáneas sin estar demasiado cerca como estos ejemplos.

      Tiene además una pantalla abatible que, aunque pequeña, me permite acceder a sitios difíciles como grandes aglomeraciones o fotos muy a ras de suelo. Como en estas fotos de Londres y Kathmandú.

     La pega de esta cámara es el enorme consumo de pilas que produce y que me obliga a tener gran cantidad de baterías de repuesto o a comprarlas, como en Nepal, en cantidades industriales.

     Ya estoy pensando en cambiarla por una mas avanzada, con objetivos intercambiables y mejores ópticas pero me retrae el aumento de peso y, por supuesto, la inversión que supone. En fin, todo sea por aumentar la calidad de las imágenes que me traigo de esos mundos de Dios (donde a veces ni Dios parece haber estado).