NAIROBI
     Tras despedirnos de Cristina, la dueña de Enkerende, comimos en un gran centro comercial y quedamos con el guía mas tarde para la ultimas visitas de la capital. Me llamo la atención la seguridad de la entrada al centro comercial con puerta detectora de metales y cacheo por parte de los vigilantes privados.

     La primera visita fue la casa de Karen Blixen (Isak Dinesen) la baronesa danesa, enamorada de Kenia, cuyas andanzas se relatan en la película "Memorias de África". Una bonita casa colonial con algunos recuerdos y fotos de la época. Sin demasiado que ver. Los enseres de la casa eran réplicas o prestados de la película y la visita, que tiene que ser guiada, se realiza solo en inglés y keniano.

     Ya era muy tarde para visitar la guardería de elefantes y solo llegamos a ver el centro de recuperación de jirafas donde pudimos darles de comer y comprobar de cerca la extraordinaria altura y corpulencia de estos animales.

    Una estructura de madera, circular y elevada sirve de mirador y comedero de jirafas, una pequeña cafetería y la consabida tienda de recuerdos. Es todo lo que tiene.

    Fuimos al hotel para asearnos ya que nuestro vuelo saldría de madrugada.

     El Boma Inn es el hermano menor y barato del Boma, que esta a su lado, pero no esta nada mal. La habitación muy correcta y la cafetería del jardín con la cerveza mas barata de todo el viaje.

     Cenamos, como no, en el Carnivore. Con muchas medidas de seguridad a la entrada y con carnes exóticas como avestruz y cocodrilo (incluso nos pusieron sus testículos). La carne bastante insulsa y lo mejor, las alitas de pollo (con eso esta dicho todo).

     En resumen. La mirada a África que supuso este viaje me dejo muchos gratos recuerdos y algunos sinsabores. La naturaleza es espectacular y la sensación de salvajez incomparable. Vimos atardeceres soberbios y paisajes interminables de una gran belleza.

    Los traslados, sin embargo, son una paliza. Una buena opción seria escoger sólo tres parques (Amboseli, Samburu y Masai Mara), con 3 o 4 días en cada uno de ellos y traslados en avioneta ya que todos tienen aeródromo. Mejor aprovechamiento del tiempo y un buen descanso a los riñones. Si alguna vez volviera a este país, buscaría esa estructura de viaje.

     La empresa, Tabia, cumplió a medias, no hubo ningún cambio de lodge y se ciñó al recorrido pero demostró falta de previsión u organización con el incidente del cambio de vehiculo, que nos costó un día de entrada en la reserva de Masai Mara. A los precios de aquellos lares, 80 o 90 € por persona y otros tantos por el vehiculo se ahorraron sus buenos 400 ó 500 €.

    Muchas gracias a nuestros compañeros de aventura, Antonio y Isa, por los buenos ratos y las risas que nos echamos. Y a todos los que, en este viaje, de una u otra forma, nos han hecho sentirnos vivos.

 

Antonio y Maribel             

 

     Próximo gran viaje: otra vez Thailandia y antes, una escapadita a Paris.

    Este jodido mundo, ! que grande es! .